La ciencia marina que escriben las mujeres

Las ganadoras del concurso Marie Tharp explican en vídeos de un minuto sus estudios sobre microplásticos y nuevos piensos acuícolas, en ambos casos, con el rodaballo como protagonista

Foto de familia de las ganadoras de las dos ediciones del concurso con responsables del CIM y la Unidad de Igualdad.

Foto de familia de las ganadoras de las dos ediciones del concurso con responsables del CIM y la Unidad de Igualdad. / DUVI

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La ciencia marina actual avanza gracias al empuje de muchas investigadoras cuyo excelente trabajo no siempre goza de la visibilidad que merece. El concurso Marie Tharp del Centro de Investigación Mariña (CIM-Universidad de Vigo) busca dar a conocer la labor de las investigadoras de su plantilla al mismo tiempo que contribuye a divulgar en la sociedad la importancia de generar conocimiento en este ámbito.

En sendos vídeos de apenas un minuto, las ganadoras de la segunda edición del certamen, Estefanía Pereira y Sara Comesaña, explican sus estudios sobre los efectos de los microplásticos y la búsqueda de nuevos piensos acuícolas con un mismo protagonista, el rodaballo, por ser una especie clave para la economía de Galicia. Y la mención especial ha recaído este año en Elisa Osorio, que estudia el control parasitario en cultivos de erizo de mar.

Sara Comesaña, a la izquierda, recogiendo su premio.

Sara Comesaña, a la izquierda, recogiendo su premio. / DUVI

“Divulgar la investigación es muy importante porque a la gente, incluso a mi familia, les cuesta entender qué hacemos realmente en el laboratorio y para qué vale. Estos vídeos cortos son muy útiles para explicarlo. Y además el tema en el que estoy trabajando, la sostenibilidad en la acuicultura, es accesible. La gente tiene que saber que hay gente trabajando para que el rodaballo que compra en la pescadería sea un alimento nutritivo y seguro. Y además, dar a conocer lo que hacemos también repercute en que luego haya más inversión en ciencia”, destaca Sara Comesaña, ganadora en la categoría postdoctoral junior.

Aunque ya había dado charlas en colegios, éste ha sido su debut en el mundo audiovisual. Y, a igual que Estefanía Pereira, recibirá mil euros para comprar material informático o asistir a congresos. “No es un contrato, pero está genial. Y da ánimos para seguir en la carrera investigadora, que no es fácil”, admite.

Doctora en Biología, forma parte del grupo de Fisiología de peces y participa en un proyecto financiado con fondos Next Generation para explorar nuevos piensos elaborados con fuente alternativas de proteína y que resulten más sostenibles que los actuales.

Piensos sostenibles para asegurar el futuro de la acuicultura

“La acuicultura en Galicia es muy importante y somos pioneros en Europa en el cultivo de del rodaballo, por eso el proyecto se centra en esta especie. Y las nuevas fuentes de alimento que buscamos para elaborar piensos también las podemos encontrar aquí porque también se trata de fomentar la economía circular. Utilizamos cabezas de atún que se desechan en las conserveras y los descartes de la pesca como los lirios”, detalla Sara Comesaña.

En su vídeo, la bióloga muestra los tanques en los que los rodaballos son alimentados con estas nuevas proteínas para que ella y sus compañeros puedan evaluar sus efectos. “Hay que investigar para que la acuicultura sea más sostenible y pueda seguir siendo viable en el futuro”, apunta.

Estefanía Pereira también aparece trabajando en el laboratorio del grupo EcoCost en el vídeo donde explica los estudios que ha desarrollado dentro de su tesis sobre el impacto tóxico de los microplásticos en los ecosistemas marinos. Oceanógrafa por la UVigo y con un máster en Contaminación y Toxicología Ambiental por la del País Vasco, trabajó durante un tiempo en la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), en Helsinki.

“Allí me di cuenta de que había una carencia de información en el ámbito de las redes tróficas y decidí volver. Todas las tesis son pequeños granitos para hacer una gran montaña”, apunta sobre un trabajo que defenderá este año y que han dirigido Estefanía Paredes y Juan Bellas.

La investigadora crea redes tróficas en el laboratorio con determinadas especies de microalgas y zooplancton y con rodaballos. Y en el vídeo destaca que estos estudios, enter otros hallazgos, ya han demostrado que los microplásticos actúan como vectores de contaminación que producen efectos adversos en peces.

Ana Bernabeu, Daniel Rey y Águeda Gómez.

Ana Bernabeu, Daniel Rey y Águeda Gómez. / DUVI

Convencida de la necesidad de hacer divulgación, ya tiene experiencia en recurrir a un lenguaje más ameno y accesible para charlas en colegios y un público adulto. “Actualmente, lo que más se consume es la información rápida y estos vídeos de un minuto son la mejor forma de transmitir un mensaje claro y así llegar a más gente”, opina.

Junto a otra compañera oceanógrafa, Ivette Lázaro, acaban de abrir en YouTube el canal @mareavillosasmentes, coincidiendo con el Día de la mujer y la Niña en Ciencia, para hacer divulgación en sus ratos libres. Ya han colgado el vídeo premiado y en breve añadirán el que grabó Estefanía durante una estancia en la Universidad de Oklahoma para explicar cómo es el día a día de una investigadora: “Empezamos el 11 de febrero y la idea es seguir subiendo contenido de este tipo y también charlas con algún invitado para acercar la ciencia a la gente, que es lo que se necesita”.

“Somos muchas investigadoras, pero menos de las que deberíamos”

Las premiadas del concurso Marie Tharp se desvelaron hace unas semanas, en el marco de la celebración del Día de la Mujer y la Niña en Ciencia. Se presentaron nueve trabajos, y durante el acto de entrega, la presidenta de la comisión de igualdad del CIM, Ana Bernabeu, reivindicó la calidad de la ciencia hecha por mujeres y exhortó a “no perder” su talento y perspectiva.

Las ganadoras también son conscientes de que, a través de sus vídeos y otras iniciativas de divulgación, pueden ser referentes para las siguientes generaciones. “Somos muchas investigadoras, pero menos de las que deberíamos. En un colegio al que fui a dar una charla, una niña se quedó sorprendida al verme porque, según ella, se esperaba a un señor mayor con bigote. Me parece interesante eliminar este estigma que también está presente de cierta manera en la sociedad. Hay mujeres haciendo ciencia actual y relevante. Y las niñas tienen que ver que trabajan mujeres en los laboratorios, en el nuestro, particularmente, somos mayoría, para que se den cuenta de que no están abocadas a otras profesiones”, sostiene Estefanía Pereira.

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