Los vigueses se abonan al voto dual

A pesar de las últimas tres mayorías absolutas consecutivas de Abel Caballeroen las elecciones municipales, Vigo no se puede considerar una plazaasegurada para el PSdeG-PSOE. La caída de la lista socialista a la tercera posición refuerza la existencia del voto dual en la ciudad,un fenómeno en el que los electores varían su papeleta en función del ámbito de los comicios y muy especialmente, de los posibles resultados.

ElBloque Nacionalista Galegocapitalizó el descontento vigués contra la Xunta de Galicia –el 35,19% cosechado por el PP es su cuarto peor dato en toda Galicia– y concentró el voto útil para el cambio de gobierno. Y es que entre los 56.820 sufragios con la papeleta liderada por Luis Bará se encuentran miles de votantes que en los últimos años optaron por Abel Caballero, Yolanda Díaz, Pablo Iglesias o incluso Alberto Núñez Feijóo.

Y es que en los últimos ocho años han sido cuatro las formaciones que han sido primera fuerza, un fenómeno que no se replica en ninguna de las otras grandes ciudades gallegas. En Marea rompía el tradicional bipartito en las generales de 2015 al obtener 59.691 votos y el 33,94% del total. Su triunfo por delante del PP se replicó, al igual que ahora, en municipios del área metropolitana como Cangas, Moaña y Redondela.

La coalición formada por las Anova, Esquerda Unida, Podemos y las mareas municipalistas se “conformaría” con la segunda posición en la repetición de las generales en junio de 2016 (50.830 votos y 30,33%) y las autonómicas de septiembre (41.062 y 27,68%); en las que el PP se volvería a situar como primer partido.

En el siguiente ciclo político iniciado en las generales de 2019 el PSOE iniciaría la racha de siete victorias en ocho convocatorias: dos mayorías absolutas en locales, tres triunfos en generales y su primera victoria en europeas en 20 años. No obstante, y pese a la implicación del regidor, en esta ocasión no ha concentrado el voto progresista.

Sumar pierde 23.200 votos

Otro ejemplo de este fenómeno sociológico que demuestra que los vigueses no se casan con ningún partido ni candidato es la situación del espacio “a la izquierda del PSOE”. El pasado mes de mayo Marea de Vigo quedaba fuera de la corporación municipal al sumar Rubén Pérez 6.523 sufragios y el 4,82% de los votos válidos.

Apenas dos meses después, Sumar convertía a una desconocida Verónica M. Barbero en diputada con 27.970; el 16,36% del total y por delante del BNG.

Ahora, el vigués Ramón Sarmiento cae con las mismas siglas hasta los 4.757; dejándose por el camino ocho de cada diez votos, aunque el 3,08% logrado duplica el dato a nivel gallego y supera al de Vox.