La conservera Frinsa reta a la tormenta del sector y arranca con su factoría en la Plisan

Inicia el movimiento de tierras para asentar su plataforma logística, con almacén y zona de expedición de mercancía | El grupo, el trono europeo por facturación, invertirá 7,5 millones

Vista aérea de la Plisan, este sábado, 
con la factoría de Albo al fondo y los 
terrenos  donde se asentará Frinsa.  // Ricardo Grobas

Vista aérea de la Plisan, este sábado, con la factoría de Albo al fondo y los terrenos donde se asentará Frinsa. // Ricardo Grobas / Lara Graña

Lara Graña

Lara Graña

Frinsa del Noroeste es el segundo mayor grupo conservero de España y, con la mitad de sus ventas repartidas por toda Europa, una referencia alimentaria en el continente. Con factorías en Ribeira y Póvoa de Varzim (controla la planta de A Poveira), dispone de una engrasada red de ventas y distribución con oficinas en Singapur, Polonia (Cracovia), Italia (Reggio Emilia), Rumanía (Bucarest), Alemania (Düsseldorf) o Estados Unidos (Florida), además de acuerdos con múltiples marcas de distribución minorista (supermercados). Bajo la dirección de Ramiro Carregal, su estrategia ha complementado la venta de producto con marca blanca (o marca de distribuidor, MDD) y la suya propia. Un camino que la ha llevado a superar los 600 millones de euros de volumen de negocio en 2022, según las cuentas consolidadas depositadas en el Registro Mercantil. Con un balance sólido en tesorería y capital, y pese al torbellino de vientos en contra que acechan a la industria vinculada a la pesca, Frinsa continuará medrando en suelo gallego. Y lo hará en la Plataforma Loxística de Salvaterra-As Neves (Plisan), donde acaba de iniciar los trabajos para su nueva factoría.

El proyecto ha arrancado con el movimiento de tierras para la futura cimentación, confirmaron fuentes de la Autoridad Portuaria de Vigo, una de las tres administraciones –junto con Xunta y Zona Franca– propietarias del polígono. En suma, la conservera invertirá 7,5 millones de euros en una plataforma logística avanzada que le permitirá realizar trabajos de almacenamiento de stock e insumos, además de expedición de mercancía. La decisión del pleno de Salvaterra de asignar a esta planta la categoría de “interés especial o utilidad pública” permitirá a Frinsa obtener mejoras fiscales en tributos como el ICIO (impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras), IAE (impuesto de actividades económicas) o el IBI (impuesto de bienes inmuebles). Cuenta con una superficie total disponible de 41.000 metros cuadrados en dos terrenos por los que desembolsó 2,63 millones de euros. Será vecina de otra conservera, Hijos de Carlos Albo, y otro acicate para el lento despertar de la Plisan. Prevé crear una veintena de puestos de trabajo.

El arranque del proyecto se produce año y medio después de anunciar su apuesta por este macroparque industrial y, sobre todo, en un contexto complejo para la industria alimentaria con base de proteína marina. Especialmente duro para todas las actividades vinculadas a los túnidos, debido a la simbiosis entre la caída de las ventas, el incremento de los costes operativos y de la materia prima. El principal producto con el que trabaja Frinsa, de hecho, es el atún: el pasado ejercicio fiscal se aprovisionó con más de 72.700 toneladas de túnidos, a una distancia sideral de sus compras de mariscos (3.500 toneladas) u otros pescados (1.615 toneladas). La diversificación de sus mercados, teniendo en cuenta que la atonía en el consumo es más significada en España que en países del entorno, es clave para este grupo gallego.

Tampoco han sido fáciles los últimos meses para la propia Albo, que advirtió de un deterioro de sus resultados por esos mismos factores: ventas, gastos operativos y cotización de las materias primas. En su caso dispone de procesos más verticales porque de su matriz (Shanghai Kaichuang) cuelgan armadoras que pescan el atún con flota propia. De hecho, este mismo viernes el grupo chino anunció el reinicio de un proceso de licitación para construir un nuevo atunero cerquero congelador, después de que al anterior concurso no se presentaran un mínimo requerido de tres postores.

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