Teatro social, una alternativa efectiva contra adicciones

La Asociación Érguete impulsa en Vigo un grupo de artes escénicas con usuarios residentes en las viviendas de apoyo

Saray Gómez y Pedro Rodríguez junto a una participante en el grupo de artes escénicas, recreando un ejercicio teatral.

Saray Gómez y Pedro Rodríguez junto a una participante en el grupo de artes escénicas, recreando un ejercicio teatral. / Javier Teniente

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Vergüenza. Vergüenza y un soliloquio que recuerda que sonaba más o menos así: “¿Qué estás haciendo? No vales para esto. Voy a hacer el ridículo. No puedo, ¡qué vergüenza! No me lo puedo creer”. Aquellos pensamientos y sentimientos no se iban y no se iban, así que, siendo consciente de ello, se fijó como objetivo romper la barrera que ella misma estaba construyendo hasta que, finalmente, logró atravesarla. Reconoce que al principio lo pasó mal, y que fue incómodo, y que demasiado se le estaba removiendo dentro, pero se había propuesto desterrar la sensación de ridículo y, “con mucho esfuerzo” y aunque hubo algún momento en el que se quedó en blanco, consiguió firmar una escena de teatro improvisada.

Eme, inicial con la que prefiere que se preserve su identidad, confiesa que participar en el grupo de teatro social que la Asociación Érguete puso en marcha este año supuso “una gran sorpresa para mí”. Junto a otros compañeros y compañeras de convivencia, esta usuaria y residente en una de las viviendas de apoyo al tratamiento contra adicciones que la entidad alberga en Vigo es una de las primeras “actrices” que han tenido la oportunidad de probar una nueva apuesta de Érguete para mejorar la autoestima y favorecer nuevos hábitos y ambientes para aquellas personas que intentan superar su adicción o que se encuentran ya en la fase final del proceso. Y, tras haber probado esta primera experiencia, Eme, que nunca antes había formado parte de un proyecto teatral a excepción de las funciones del colegio, en donde obtuvo el papel protagonista en Blancanieves y Caperucita, es contundente cuando afirma que “fue liberador”.

Pedro Rodríguez y Saray Gómez junto a una usuaria que participó en el grupo de teatro social.

Pedro Rodríguez y Saray Gómez junto a una usuaria que participó en el grupo de teatro social. / Javier Teniente

Acompañada por la profesora que ha impartido las clases, Saray Gómez, y el director del grupo, Pedro Rodríguez, Eme indica que “el primer día lo pasé un poco mal porque no era capaz de sacarme un sentimiento de vergüenza de encima, pero viendo a los demás me reía mucho como espectadora. Tuve sentimiento encontrados entre un malestar y las ganas de superar aquella sensación de que iba a hacer el ridículo. Aunque lo pasé mal, fue un gran descubrimiento porque me gustó mucho. Igual que cuando un psicólogo o un psiquiatra te dicen que escribas, el teatro es terapéutico”, asegura.

Asimismo, esta usuaria de la entidad apunta que “fue muy positivo, no solo por la connotación terapéutica, es que fue muy divertido, pruebas cosas nuevas y es una forma de motivarse. Lo que yo viví es que haces tanto un trabajo interno como un trabajo hacia el exterior y merece mucho la pena. Conmigo han conseguido que quiera seguir ensayando, porque logré atravesar esos sentimientos de vergüenza e interpretar un pequeño papel de unos diez minutos con otra persona. Al final lo haces, expresas tus emociones y lo consigues”.

A su lado, la trabajadora social y profesora del taller en la entidad viguesa, Saray Gómez, hace referencia a que “el teatro es una herramienta que te ayuda a superar la timidez, pero también a controlar emociones, a tomar conciencia de cómo nos sentimos, ayuda a expresarte con la voz y los gestos, realmente te ayuda a liberarte. Ese es para mí el objetivo cuando imparto clases, me gusta que todo el mundo se sienta mejor y que lo vean como un entretenimiento, una diversión que los ayuda a caminar”.

Axuda a dotalos dunha conexión co mundo real e rompemos co illamento dos ambientes de consumo

Pedro Rodríguez fue una de las personas que impulsó el grupo de artes escénicas en Érguete tras proponérselo al coordinador del programa de viviendas, Javier Alonso, y destaca que “valorando que tipo de proxectos culturais podiamos poñer en marcha, pensamos no teatro porque eu estou á fronte dun grupo en Nigrán e temos comprobado que é unha ferramenta moi potente, que funciona dende os máis pequenos a persoas de 88 anos. A intención é levar o teatro a persoas que doutro xeito no terían acceso e, ao propoñelo na entidade, dixeron que si. Probamos e estamos moi contentos co resultado, porque as persoas usuarias recibírono ben. É a primeira vez que se fai e gustaríanos que se puidera rematar o proxecto cunha obra, que vexan que o seu traballo é recibido con aplausos”.

Desde el punto de vista de la entidad, Javier Alonso comenta que este tipo de intervenciones cono los usuarios y usuarias resulta muy positivo, no solo a nivel individual, sino también a nivel comunitario, puesto que mejora la convivencia. Otro de los aspectos beneficiosos para el coordinador del área de viviendas de apoyo es que “axuda a dotalos dunha conexión co mundo real e rompemos co illamento dos ambientes de consumo. Logramos así que conecten cunha disciplina coa que son capaces de expresar as súas emocións e abrirse a vivencias ou recordos que estaban moi pechados, ao mesmo tempo que descubren algo que lles gusta e que lles axuda a sentirse útiles”, dice.

Tras este primer proyecto piloto, y con tan excelentes resultados, Érguete espera poder continuar creando su cantera de actores y actrices y ofrecer teatro como una alternativa eficaz contra adicciones.

Suscríbete para seguir leyendo