“Es una reflexión sobre el tiempo que estamos viviendo”

El suyo es un perfil profesional de esos que captan la atención al momento. Pero, qué hay del creativo, dentro del hombre. ”Augusto es cine negro, publicidad, creatividad y África que fue un cambio radical y lo mejor que hice en mi vida”, asegura. El viernes presenta, junto a Colin Baldwin, José María López-Orozco, Liliya Pobornikova y Nando Álvarez, la exposición “El color del oxígeno”, en la Galería Espacio Beny. Un proyecto en imagen y escultura que “no se rige por criterios científicos, ni ortodoxos”, ligado a la propuesta textual del propio Baldwin.

–¿Cuál es el color del oxígeno?

–Para mí ocres, verdes y naranjas, o eso es lo que veo en el texto de Colin (Baldwin).

–Es curioso que un elemento que da vida sea representado en sus retratos con emociones negativas como: la angustia en “Encrucijada mental” o la usura en “Laberinto de poder”.

–Trato de hacer una reflexión sobre el tiempo que estamos viviendo. ¿Estamos fuera de cobertura? Ella está en casa atada y con angustia se está cuestionado las cosas. Los títulos son orientativos, pero lo bonito es que al espectador reflexione y haga su interpretación. Yo soy alegre y positivo, no quisiera mostrar lo contrario, para mi relacionarme con la gente es fundamental.

–¿Qué espera de la muestra?.

–Está pensada y organizada no como un almacenaje de cosas, sino de pensamiento. Todos trabajamos en la misma línea y hay menos piezas de lo habitual.

–En “Retratos Augustos” hay un denominador común, el fondo neutro y la luz centrada en el personaje. Semejante escena igualadora, ¿recalca la fuerza interior?

–Técnicamente es el traje de alta costura de los fondos. Su verde botella está hecho a mano por un pintor y pensado para fotografía. Y aunque la luz, el fondo, la lente (un 85) son los mismos, cada persona, cada piel es distinta. No hay nadie que no sea fotografiable es responsabilidad del fotógrafo.

–Ignacio Vilar, Carla Andrade, Miguel Castelo... ¿Alguno rompió sus esquemas?

Ninguno, porque les investigo, trabajo sobre ellos antes. Yo elijo a los personajes. Y el éxito reside en que estoy entreverando la trama que es Vigo, a través de sus figuras, conocidas y desconocidas. Ellos vienen a mi casa y yo tengo que entrar dentro de su alma.

–¿Qué encontró en el Madrid de los 80?

–Llegué en el 87, en plena efervescencia. Vivía en la calle Barquillo, que entonces era una zona complicada y el caldo de cultivo ideal, Madrid era una ciudad cosmopolita. Trabajaba en una productora donde conocí a cineastas, modelos internacionales, publicistas... Llevábamos la cuenta del Reina Sofía, era la vanguardia. Todo fluía y lo podías ver porque salías, eran los referentes culturales. Y para mí, como si soltaran a un yonki en el paraíso de la heroína.

Ficha personal:

Criado en la imagen desde que veía pelis con su padre, este vigués se curtió como reportero gráfico en plena Movida, donde descubrió el cine publicitario que le le pudo "hacer rico". En 2007 África entró en su vida para darle un "vuelco a la cabeza". Hoy es el creador de "Retratos augustos" en el Mira Vigo de Fernando Franco para FARO. Y uno de los maestros en retrato fotográfico por encargo (www.augustorodriguez.es), como se hacía en el siglo XIX, donde la clave es la luz.

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