El caso del crimen de Rosalía de Castro fracasa entre “sospechas y elucubraciones”

La nueva investigación policial dio un resultado “poco significativo” y la mayoría de testigos “matizaron” sus testimonios más comprometedores

M.F.

“Estamos en presencia de conjeturas, sospechas o elucubraciones sin que, igualmente a como ocurría cuando se acordó el sobreseimiento y archivo inicialmente [en referencia a 2006], haya resultado de la nueva investigación practicada dato alguno periférico de carácter objetivo que indiciariamente avale esas sospechas y pudiera servir de base para sostener una imputación frente a persona alguna determinada”. Esta es parte de la argumentación plasmada por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, para confirmar el auto de conclusión de sumario dictado por el magistrado instructor y acordar el sobreseimiento provisional y archivo del caso del crimen de Rosalía de Castro, el que el 2 de abril de 2004 le costó la vida, de un certero disparo en la cabeza, al empresario vigués Manuel Salgado. Pese a que el caso, con su reapertura, tuvo una segunda oportunidad, ha vuelto a fracasar y, otra vez, por lo mismo: la falta de una “base objetiva” que dé sustento a las “suposiciones” .

La nueva investigación de la Policía Nacional encargada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo dio un resultado “poco significativo para la investigación”. Esta es una de las claves de que no se haya podido avanzar en el esclarecimiento de la autoría de los hechos.

Pero, a mayores, la mayoría de testigos matizaron sus antiguas declaraciones, especialmente en lo que se refiere a los testimonios más comprometedores. “No recuerdo haber dicho eso a la Policía”, afirmó una de esas personas, indicando sobre otros extremos de su declaración que se basaba en “meras sospechas”. “Hablaba en suposiciones respecto a los autores del homicidio”, manifestó otro. “No recuerdo esa conversación, yo nunca hice ese comentario”, apuntó otro más sobre unas palabras en las que se citaba, con nombres y apellidos, a quienes presuntamente habían “tramado” el homicidio de Manuel Salgado.

Con este panorama, pese a las sospechas, los posibles móviles y a que aún quedan algunos años para la prescripción, parece improbable que los familiares que impulsaron la reapertura del caso –la hermana y los sobrinos de la víctima– consigan su objetivo de hacer justicia. Ellos, sin embargo, no se dan por vencidos. “Seguiremos luchando hasta el último minuto, nos seguiremos moviendo, no queremos que un crimen así se olvide”, afirmaba ayer uno de los sobrinos.

La Fiscalía y los abogados defensores de la exmujer y el que en el momento de los hechos era su compañero sentimental habían pedido el archivo que acaba de dictar la Audiencia. No así la acusación particular que, entre otras diligencias, instó sin éxito la declaración como investigados de la exesposa, su entonces pareja y el hijo de la víctima. También pedían citar a un guardia civil, pero esta prueba también ha sido rechazada por la sala al “resultar inadmisible” que existan en este caso “interacciones de agentes de la Guardia Civil que hayan podido de algún modo haber dado cobertura” a lo ocurrido.

Suscríbete para seguir leyendo