Un exjugador del Celta, actor inesperado en un conflicto urbanístico en Vigo

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo salva de la piqueta varias obras en el chalet habitado por el futbolista, pese a que el Concello las había declarado ilegales

La vivienda se libra, de momento, del derribo, como el ejecutado en esta imagen de archivo.

La vivienda se libra, de momento, del derribo, como el ejecutado en esta imagen de archivo. / Iñaki Abella

Aunque sea difícil de imaginar, los futbolistas de máximo nivel a veces también se ven envueltos en embrollos de lo más mundano. Es el caso de un jugador de la plantilla del Celta de la temporada 2014-2015, que aparece como inesperado actor (secundario) en un pleito urbanístico que acaba de ser sentenciado por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Vigo.

El caso lo planteó ya en 2016 el propietario de una vivienda en la que se hicieron ciertas reformas que el Concello declaró ilegales. En 2017 ganó un primer juicio porque se consideró que las pertinentes notificaciones no se habían hecho en tiempo y forma. Y es en ese momento en el que el excéltico entra en escena.

El jugador, que aparece sin identificar en el fallo, figura en un expediente como el inquilino que en febrero de 2015 recibió la notificación del Concello en la que se detallaban las infracciones. Sin embargo, su DNI no coincide con el que aparece en la página anterior. Ese factor, sumado a otras deficiencias formales, derivó en que la sentencia considerase errónea la notificación y, por tanto, se anulase la obligación de legalizar las obras o proceder a su derribo.

Jugadores del Celta en la temporada 2014-2015

Jugadores del Celta en la temporada 2014-2015 / Ricardo Grobas

Pérgola y porches

A raíz de ese primer fallo, el Consello da Xerencia Municipal de Urbanismo emitió una segunda resolución, en la que estimaba parcialmente el recurso del propietario, en relación a la construcción de un garaje. En cambio, seguía considerando fuera de la legalidad el cierre de un porche, la instalación de una pérgola y la construcción de un segundo porche.

El demandante argumentó que este segundo expediente elaborado por la administración también estaba caducado. El juez le vuelve dar la razón en un fallo emitido a finales de julio en el que también se le imponen 400 euros de costas al Concello. Contra el fallo cabía recurso; si la administración no lo formuló y la resolución ya es firme deberá incoar un tercer expediente.

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