El arte de “vestir” los libros

El taller de encuadernación de Apamp cumple 25 años trabajando “de igual a igual” con otros talleres especializados de la ciudad

Usuarios y monitores en el centro de encuadernación del centro de día y ocupacional de Apamp

Usuarios y monitores en el centro de encuadernación del centro de día y ocupacional de Apamp / MARTA G. BREA

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Aprovechando periódicos, revistas y folios, primero aprendieron a coser y a tomarle las medidas a los papeles. Ese mismo año incorporaron la maquinaria que todavía emplean a día de hoy, adaptando una de ellas con el freno de mano de un coche para que uno de los asistentes al taller pudiera cortar. Corría el 1998 y, tal y como recuerda Isa, “cosíamos muchos fascículos”. Sobre la mesa, sus manos toman una revista publicitaria de un supermercado, la dobla y explica que “para prensar las tapas, se encola por esta parte, se pasa a la prensa, aplastas, sacas y le vuelves a dar cola por la otra parte” y menciona que, “antes, muchas personas tenían guardados en sus casas periódicos antiguos como recuerdo y nosotros los cosíamos, le dábamos cola en el lomo, elegían qué tela les gustaba e incluso nos pedían que grabáramos su nombre. Nos ocupábamos de todo el proceso”.

“Apamp me aporta independencia; lo que más me gusta es coser”

Berta

— Desde 1998 en el taller

Isa, junto a su compañera Berta, es la que acumula más experiencia en el taller de encuadernación de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral, Apamp. Este año se cumple el 25 aniversario desde su puesta en marcha en el centro de día y ocupacional de Vigo y, durante todo este tiempo, numerosos usuarios y usuarias de la entidad han aprendido el arte y el oficio de “vestir” los libros, trabajando “de igual a igual” con otros talleres especializados de la ciudad.

Usuarios, trabajando en eltaller de encuadernación delcentro de día y ocupacional de Apamp.  | // MARTA G. BREA

Usuarios, trabajando en el taller de encuadernación del centro de día y ocupacional de Apamp. / MARTA G. BREA

Mientras Isa aplica cola a las tapas de una libreta, a su izquierda, aguja e hilo en mano, Berta cose un taco de papeles en blanco que “después será una libreta, un diario... ¡Se pueden hacer mil cosas en ella!”, comenta. Al igual que Isa, Berta fue una de las usuarias que vio nacer el taller de encuadernación y durante 25 años ha dejado su sello personal en cada agenda, libreta o libro que han diseñado. Previamente, había formado parte del taller textil, en el que se elaboraban cojines, telares y alfombras, pero luego se incorporó a las sesiones de encuadernación y le gustaron tanto que ya no las cambió por nada: “A mí lo que más me gusta es coser, hacemos todas las agendas, todas pasan por las manos de Isa y las mías. Me gusta mucho el trabajo en equipo; si no me gustara te juro que me quedaba en casa. Y yo con lo charlatana que soy... Apamp me aporta salir de casa, no estar todo el día viendo la tele o leyendo un libro, me aporta independencia. Vivo en Avenida de Balaídos y, si hace buen tiempo, me la recorro para venir aquí, y la Avenida de Portanet y parte de Fragoso, que ahora las aceras están muy bien adaptadas, y así paseo”, apunta Berta.

“Estoy contento y me ayuda a trabajar la parte física ”

Gabi

— Un año en encuadernación

Gabi es uno de los fichajes más recientes en el taller, puesto que se incorporó hace un año, y señala que “mi herramienta de trabajo siempre ha sido el ordenador, pero manualmente no sentía que tuviera todas las capacidades necesarias, así que, como Rocío me insistió tanto me acabé quedando con encuadernación y estoy muy contento, porque me ayuda a trabajar la parte física, aunque hay días que no me apetece”, dice entre risas.

Unai prepara la revista semestral deApamp.   | // MARTA G. BREA

Unai prepara la revista semestral de Apamp. / MARTA G. BREA / Carolina Sertal

El reloj casi marca la media mañana y Diego y Rocío preguntan a Álex, Sofi, Andrea, Unai, Gabi, Berta e Isa si les apetece dejar de lado las tareas y tomarse un “cafecito” y un tentempié. Mientras hacen un parón en el trabajo, el monitor que imparte las sesiones, Diego Iglesias, cuenta que “fueron Isa y Berta las que el año pasado recordaron que este se cumpliría el 25 aniversario desde que empezó el taller y, cuando nos los dijeron, pensamos que teníamos que hacer algo especial, por eso decidimos convocar el premio nacional de encuadernación con el objetivo de dar visibilidad a todos esos centros ocupacionales y personas con discapacidad que trabajan en este campo”. Diego comenta que, a tres meses de las Navidades, próximamente empezarán a elaborar agendas, puesto que son numerosas las empresas y particulares las que les hacen este encargo. En este sentido, este monitor de Apamp indica que “las gente nos trae libros con la encuadernación rota para que los arreglemos, nos encargan álbumes de fotos, cajas especiales... la encuadernación abarca mucho y contamos con el sello Artesanía de Galicia. Además, las personas que nos hacen encargos suelen repetir”, concluye.

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