Show y emoción en el “hasta pronto” al deporte urbano

El evento termina tatuado en el corazón de los participantes, conquista a los más pequeños y deslumbra a los turistas

Un participante en la final “Junior” BMX ayer en Samil.

Un participante en la final “Junior” BMX ayer en Samil. / José Lores

“À bientôt”, “Tschüss, “Pe curând”, “Vejo você em breve”, “Hasta pronto Marisquiño”... respondían los congregados en esta vigésimo tercera edición de O Marisquiño (la más internacional) en su día de broche final al pedirles que se despidieran de él en su idioma. Francesa, alemana, rumana, portuguesa... son solo algunas de las nacionalidades presentes en Samil. Pero todos con un gesto común: una enorme sonrisa. Familias, parejas y grupos de amigos, copaban bancos y hierba a partes iguales. En otro día de calor y viento, el público volvió a entregarse a un festival que cada año conquista a curiosos desprevenidos. “Nunca vine hasta ahora, pero sé que el año que viene volveré”, afirma Marta sorprendida con la capacidad de los peques para dominar las rampas con sus bicis, como hacen los participantes profesionales, durante la final “Junior” BMX.

Un festival vibrante en el que el plato fuerte se sirvió ayer con un domingo cargado de finales. Quienes estaban a pie de pistas, encantados. “¡Es impresionante lo que hace esta gente!”, decía el malagueño José, después de haber visto a los participantes de “Dirt Jump” volando de una rampa a otra en una de las pruebas más esperadas, por la espectacularidad de las acrobacias que los deportistas realizan con sus bicicletas a más de 12 metros de altura. El rider vigués, Miguel Guerrero Carolo, que a pesar de estar arropado por sus amigos que hicieron sonar sus motosierras, no pudo revalidar su título de campeón, quedó tercero tras el número dos del mundo, el polaco Dawid Godziek, y el sueco Félix Törnqvist.

Mientras, la pista de skate hervía, con decenas de patinadores entrenando los últimos trucos antes de la gran final de chicos y chicas, que se iniciaba a las 16.00 horas. “Venimos porque a los niños les encanta ver lo que otros niños de su edad pueden hacer”, comenta Sonia desde la zona infantil.

Mientras, a los pies del Náutico se vivía con intensidad la competición de Baloncesto 3x3. Jugadas ágiles y movimientos muy precisos, para encestar en menos de 12 segundos. Las finales de baloncesto cargaron de energía el ambiente del centro, que remataba con la llamativa final de la “Batalla de Gallos”, donde la improvisación manda y la rapidez mental de cada rapero define su calidad.

Bailando con bicis

Se llama BMX Flatland y es la disciplina más callejera, más independiente (ellos no quieren ser olímpicos en su mayoría, porque dicen que perderían la esencia de la calle poniendo normas) y la que este año cuenta con el honor de ser la que ha tenido la mayor participación internacional de todas las pruebas de O Marisquiño. Y es que 17 de los 22 clasificados profesionales son extranjeros. Aglutinando siete nacionalidades diferentes y algunos de los mejores deportistas del mundo, como el canadiense William Prevost, el brasileño Bruno Bachiega y el francés Julien Baran.

“Es la disciplina más técnica del BMX. Es un baile con la bicicleta donde no se necesita más infraestructura que un suelo plano”, explica el responsable de este deporte en el festival, Guelo Monzon. “Tenemos gente de todos lados, muchos vienen del Mundial que se acaba de celebrar en Escocia. Y aunque hay ambiente de competición, luego todo el mundo se apoya”. Está encantado con el emplazamiento, porque “la pista de baloncesto donde estamos le da ese punto underground. El problema es la falta de espacio y de gradas, pero el año que viene será mejor”. Y recalca, con orgullo, que “este es un evento del que todo el mundo que viene, se enamora”. 

Aarón Santos, el único gallego en Flatland, quedaprimero en ‘Aficionados’.   | // JOSÉ LORES

Aarón Santos, el único gallego en Flatland, queda primero en ‘Aficionados’. / José Lores

“Este deporte es increíble. Si puedo me jubilaré en la bici”, espeta a golpe de sonrisa el único representante gallego en Flatland, Aarón Santos. Este cangués es además uno de los competidores más mayores del festival (38 años), pero está tan en forma que además de ganar por segundo año consecutivo en la categoría aficionado, ha decidido que el año que viene se presentará como pro, animado por los compañeros que ven su calidad.

“Ahora las recuperaciones son más difíciles que cuando tenía 28 y empezaba. Si no caliento bien, me puedo lesionar y el aprendizaje del cuerpo es más lento, pero seguiré entrenando como hasta ahora [tres o cuatro horas al día después de salir del trabajo]”, confiesa. Reconoce que ser el único representante gallego lejos de ponerle nervioso le hace ilusión. Y cree que O Marisquiño ”es un festival increíble por la calidad de las personas que vienen cada año. Estaba deseando conocer a Prevost. Es flipante, por fin le he tenido en persona”.

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