La vivienda pisa el freno en Vigo: oferta limitada, precios inflados y escasa compra

Las inversiones aumentan: 107 millones de enero a junio de 2023

Escaparate de una inmobiliaria céntrica de la ciudad de Vigo. |  // JOSÉ LORES

Escaparate de una inmobiliaria céntrica de la ciudad de Vigo. | // JOSÉ LORES / cAROLINA sERTAL

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Ralentización en las ventas y caída en las visitas, precios muy por encima de las economías domésticas de la mayor parte de la población, demanda al alza y oferta muy limitada. Es la encrucijada que atraviesa el mercado inmobiliario en la ciudad, en consonancia con la tendencia estatal, y como consecuencia de los coletazos de la pandemia y la crisis energética, a lo que hay que sumar la estocada final, los efectos derivados de las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que impulsó al euríbor a tasas cercanas al 3% al cierre de 2022 y que ha obstaculizado el acceso a la vivienda todavía más.

Esta es una realidad que se puede palpar realizando un sondeo entre diversas agencias viguesas, quienes coinciden en que en el primer semestre de 2023 se ha reparado en que el sector ha pisado el freno, puesto que, con respecto al ejercicio pasado y en líneas generales, el mercado ha experimentado un retroceso en las ventas. Lo afirman así en Nexo Vigo Inmobiliaria, donde aseguran que “este año lo que detectamos es que las ventas se han parado por los tipos de interés de las hipotecas y muchas personas prefieren esperar a comprar con la esperanza de que bajen en algún momento. Y aunque sí detectamos demanda, porque en cuanto lanzas un producto interesante, la gente pregunta, no hay la cantidad de demanda que el año pasado. En nuestro caso, detectamos menos”.

Asimismo, desde esta agencia inmobiliaria de la urbe olívica explican que “lo que sería una hipoteca media-alta, de unos 150.000 o 200.000 euros, se ha frenado bastante, aunque es cierto que, en el caso de los inversores, estos sí que continúan buscando”. Nexo Vigo centra su actividad en pleno corazón de la ciudad, de manera que conocen de primera mano la realidad de la compraventa de pisos. En este sentido, indican que “lo más habitual es que se sitúe entre los 2.000 y los 3.000 euros el metro cuadrado. Depende de muchos factores, pero este es el precio que se puede encontrar por un piso de dos habitaciones, dos baños y garaje”, concluyendo que, por otra parte, “no hay toda la oferta que nos gustaría y tenemos que adaptarnos”.

Un testimonio similar ofrecen en Cardicasa, desde donde apuntan que, en materia de alquileres “apenas hay nada de oferta y la demanda está disparadísima”, mientras que en el ámbito de la compraventa destacan que también han advertido una ralentización en las ventas desde el pasado mes de diciembre y señalan que, “a partir de enero, al cambiar las hipotecas y haber más trabas para acceder a ellas, sí que notamos un descenso, pero ahora mismo se va vendiendo y esperamos terminar bien el año”.

Distrito 85 es otra agencia viguesa que analiza el comportamiento del mercado en prácticamente los mismos términos que las dos anteriores. En este caso, un asesor inmobiliario comenta que, “en nuestro caso, hasta principios de la mitad de año tuvimos un buen número de compraventas, pero ahora ya notamos un importante descenso de visitas y lo que nos estamos encontrando es que la gente que compra lo hace con recursos propios. Por dar una cifra, el 70% de las que hemos realizado este año fueron de clientes que tiraron de recursos propios”, algo que achaca a la gran subida de los tipos de interés de las hipotecas. En cuanto a los precios de las viviendas, en algunos casos están sobrevaloradas y desde Distrito 85 cuentan que en Vigo se pueden encontrar chalés que incluso rozan los 600.000 euros, mientras que las viviendas unifamiliares se sitúan entre los 350.000 y los 500.000 euros, y un piso en el centro de la ciudad es “raro” que baje de los 200.000.

La otra cara de la moneda en el enfriamiento del mercado inmobiliario la representa la ciudadanía que quiere acceder a una vivienda digna y se ve abocada a asumir los costes de unos alquileres que también se sitúan por las nubes. Afincada en Vigo desde hace un par de meses, Cláudia Morán relata que “non é un bo momento para mercar vivenda, pero se sumas o que levas pagado de alugueiro ao longo dos anos, acábache saíndo a entrada dun piso. En Vigo, eu pasei de pagar 380 euros en 2021 a non atopar piso este ano por menos de 500”.

Los expedientes de obra nueva y reforma caen un 13,5% en el área

El presidente del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra (Coatpo), Manuel Rañó, está convencido de que 2023 será un buen año para el sector de la construcción. Así lo asegura el portavoz de la institución a pesar de que las nuevas promociones y la rehabilitación de viviendas siguen conviviendo con el encarecimiento de los costes de los materiales, la falta de mano de obra cualificada y el incremento del precio oficial del dinero, factores que han provocado que la construcción se resienta en Vigo y área de influencia. Fruto de esta realidad, Coapto ha constatado que la ciudad olívica y los municipios que integran el área metropolitana han registrado un descenso interanual del 13,5% en el número de expedientes de dirección de obra, que incluyen los proyectos de vivienda nueva y rehabilitación, durante el primer semestre del año, pasando de 493 durante los primeros seis meses del 2022 a 477 en el mismo período de 2023. No obstante, estos datos no amilanan a los profesionales, que mantienen la esperanza en la capacidad de resiliencia del sector fijándose en otros parámetros, como el volumen de las inversiones. Si bien el número de obra nueva y rehabilitaciones experimentan una caída, en contraposición, desde el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra apuntaron que en Vigo y su área de influencia el presupuesto de ejecución material alcanzó los 107 millones de euros, lo que supone un 10,15% más que el registrado en el ejercicio pasado durante el mismo período de tiempo.