¡Abajo la quimio; arriba la vida!

Pacientes, familiares y voluntarios de la AECC impulsan un grupo de teatro en Vigo para devolver la ilusión y el bienestar emocional a las personas que atraviesan un cáncer

De izquierda a derecha, Josefina García, Enrique Martínez, Fermina Ramos, María Beuster, Carlos Fernández y José Antonio Arbe.

De izquierda a derecha, Josefina García, Enrique Martínez, Fermina Ramos, María Beuster, Carlos Fernández y José Antonio Arbe. / ALBA VILLAR

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Se subió por primera vez a los escenarios en el curso escolar de 1973-74, cuando de aquella estudiaba COU en la Universidad Laboral de Eibar. Entre sus compañeros de reparto en el grupo de teatro Narruzko Zezen se encontraban Imanol Arias e Iñaki Miramón, con los que compartió la experiencia de montar desde cero cuatro obras, siendo premiados en el Certamen de Teatro de Universidades Laborales (Zamora) por su interpretación de Tres sombreros de copa. José Antonio Arbe inició así su trayectoria sobre las tablas hasta que en 1985 su profesión le impidió tener tiempo para el teatro. Treinta años después, apareció el cáncer.

Necesitamos gente en los decorados, maquillaje y vestuarios

Su caso fue asintomático y, tal y como explica, “si no llega a ser porque casi me atraganto con un trozo de carne no se descubre”. En una endoscopia digestiva, los profesionales descubrieron que el esófago estaba siendo oprimido y, finalmente, en 2015 un TAC reveló un tumor en su pulmón izquierdo. Tras numerosos ciclos de quimioterapia y más de una treintena sesiones de radioterapia a lo largo de los últimos seis años, este maño afincado en Vigo desde el año 2007, reconoce que se encuentra “aparentemente bien”, realizando las revisiones trimestrales y, sobre todo, “esperando que algún día el maldito bicho me deje tranquilo de una vez”.

José Antonio Arbe se define como una persona “positiva” y que tiene que “estar ocupado siempre”. Es por eso que, cuando ya estaba atravesando su proceso, se le pasó por la mente crear un grupo de teatro dirigido familiares y a pacientes oncológicos con ninguna otra pretensión que “desarrollar una actividad lúdica, un grupo de teatro estable que devolviera la ilusión y el bienestar emocional a las personas que están pasando por un cáncer, porque cuando llega el diagnóstico, hay que adaptarse a una nueva forma de vida y no todo el mundo reacciona de la misma manera”, comenta Arbe.

Y entonces, se abrió el telón

Fue en una consulta ordinaria. No dejó escapar la oportunidad y se animó a plantearle la propuesta al presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Vigo, el doctor Martín Lázaro. “Quiero montar un grupo de teatro en Vigo”, dijo José Antonio Arbe, a quien el facultativo le dio luz verde al momento. Fue este el germen de una iniciativa que en la actualidad cuenta con ocho integrantes entre pacientes, familiares y voluntarios, que además se encuentra abierto a la participación de todas aquellas personas mayores de edad que quieran sumarse y aportar su granito de arena a la causa, puesto que la intención de sus fundadores es llevar a cabo lecturas escenificadas y, cada año, representar una obra en Vigo para recaudar fondos que serán destinados a sufragar los gastos del propio grupo de teatro y para la investigación en el ámbito oncológico.

Es una experiencia muy enriquecedora, porque sales del rol de paciente y te metes en otro papel

Con José Antonio Arbe como director y actor, Josefina García, Carlos Fernández, Enrique Martínez, Fermina Ramos, María Beuster, Carmen Luisa Infante y Tomás Velasco en el elenco de artistas, el grupo de teatro de la AECC de Vigo ya está trabajando en los ensayos de las Farsas contemporáneas, de Antonio Martínez Ballesteros, Premio Guipúzcoa en 1969. Se trata de cuatro piezas breves en las que se abordan temáticas muy vigentes pese a estar escritas a finales de los 60, tales como la violencia, el consumismo, el clasismo y el conformismo. “De momento estamos ensayando las dos primeras, pero si aparecen más actores, podremos hacer las otras dos. Queremos que más personas se animen a participar, porque necesitamos gente en los decorados, maquillaje y vestuarios, entre otros”, indica el responsable de la agrupación, quien también hace referencia a que “somos conscientes de que no a todo el mundo le sienta igual el tratamiento, pero nos vamos adaptando: le damos un papel que puedan ensayar en casa, por ejemplo, u otros más pequeños, porque no queremos que nadie se quede fuera”, concluye.

Cuando se le pregunta a María Beuster, expaciente oncológica, que supone para ella participar en esta iniciativa, responde que “una experiencia muy enriquecedora, porque sales del rol de paciente y te metes en otro papel, nos dejamos llevar por la creatividad y pasas hora y media desconectada y conectada a otra realidad. Es fantástico”. Fermina Ramos dice que para ella implica “compartir experiencias que eran negativas, pero que se acaban transformando en positivas”, mientras que para Carlos Fernández supone la posibilidad de volver a hacer teatro. Josefina García añade que “nunca hice teatro y este grupo es una gran ilusión. Ya traje a mi marido y a unos amigos para que participen”, y es que todos sus integrantes sueñan ya subirse al escenario con un único lema: “¡Abajo la quimio; arriba la vida!”.

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