Fresas y tomates de salón

Dos ingenieros de la UVigo obtienen el segundo premio nacional HackForGood con su proyecto de invernaderos inteligentes para pisos

Jesús Valverde y María Cabrero, durante la presentación de su proyecto en Vigo.   | // CEDIDA

Jesús Valverde y María Cabrero, durante la presentación de su proyecto en Vigo. | // CEDIDA / s.p.

s.p.

Dos ingenieros formados en la UVigo han obtenido el segundo premio nacional del concurso HackForGood, organizado por la red de cátedras Telefónica, con su proyecto de invernaderos inteligentes para pisos. María Cabrero y Jesús Valverde, que ya quedaron primeros en la fase viguesa celebrada el pasado octubre en el campus, ya han empezado a trabajar en el proceso de fabricación de su primer prototipo.

“El premio nos motivó bastante. Parece que a la gente le interesa nuestra idea y estamos viendo qué materiales pueden ser los más adecuados y asequibles para ese primer montaje. Somos muy ingenieros y estamos disfrutando de esta etapa”, reconoce Cabrero, que actualmente trabaja en una empresa, a igual que sus socio, y por ahora ambos ven lejos la creación de un negocio propio.

“El emprendimiento es un mundo muy complicado que te exige tener otros conocimientos más allá de la ingeniería relacionados con la economía y la empresa. Por ahora vamos poco a poco y ya nos plantearemos posibilidades. Lo primero es acabar el primer prototipo y ver el producto final”, comenta.

María es ingeniera de telecomunicaciones y Jesús, además de ingeniero industrial, tiene una gran afición por la horticultura: “La gente que vive en pisos pequeños no tiene opciones para desarrollar este hobby y de ahí surgió nuestro proyecto. La idea es que cualquier persona pueda cultivar en su casa, aunque no tenga conocimientos, porque el invernadero está conectado a una aplicación, que puedes tener en el móvil y a través de la que vas conociendo las necesidades de los cultivos que hayas elegido”.

El diseño del invernadero es modular, para poder adaptarse a los distintos requisitos de espacio, y está dotado de un equipo electrónico para regular la iluminación, la humedad o la temperatura.

Otra de las ventajas sociales y ambientales del proyecto HortiHouse es que promueve el autoconsumo de los usuarios, que podrán disfrutar de sus pequeñas cosechas de tomates, pimientos, fresas o hierbas aromáticas.