El exdirector de FARO y cronista oficial de la ciudad de Vigo, Ceferino de Blas, acaba de publicar el libro “Vigo y la Navidad. Del blanco y negro al color”. La obra, editada en colaboración con el Concello de Vigo, es la primera que se difunde sobre este tema que, en los últimos años, ha logrado identificar a Vigo con estas fiestas. El libro será presentado mañana jueves, a las 20 horas, en un acto abierto al público en la Escuela Municipal de Artes y Oficios (calle García Barbón, 5) en el que intervendrán el autor, Ceferino de Blas, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

–¿Por qué lo subtitula del blanco y negro al color?

–Para explicar la evolución que han experimentado las celebraciones navideñas en la ciudad. Durante muchos años fueron más tranquilas y cuando llegó la fotografía se retrataron en blanco y negro, pero en en la última década han sido electrizantes, su imagen es el color, y han acaparado la atención de Galicia y España.

–Vigo nunca fue una ciudad eminentemente turística, pero ahora atrae a muchísima gente, ¿a qué se debe?

–Vigo tiene dos atractivos irresistibles, Cíes y las Navidades que arrastran cada año a centenares de miles de personas. El gran tirón de las Cíes comenzó a partir de los ochenta, y se justifica por el entusiasmo de la naturaleza, pero el de las Navidades, que es festivo, es más reciente y más impactante, porque en Vigo todo ocurre muy rápido. Puede fijarse a comienzos de la pasada década. Y el entusiasmo que ha despertado su éxito es sorprendente.

–¿A qué se debe que las Navidades de Vigo hayan tenido un tirón tan superior al de otras ciudades?

–La tradición navideña es muy antigua en Vigo, donde siempre ha habido un ambiente festivo, lo que ha cambiado es la organización y la forma de celebrar esas fiestas que es imaginativa y espectacular, hasta haber conseguido que se convirtiera en un fenómeno social en España y conocido en el extranjero. Pero dentro de un marco de elegancia, respetando las tradiciones y sin caer en excentricidades.

–¿Puede fijarse el origen de las Navidades, es decir, cuándo comenzaron a celebrarse en Vigo?

–Puede precisarse la época en que los vigueses comenzaron a expresar una gran admiración por ellas. Es cuando se labró el Tímpano de la Colegiata, que coincide en el tiempo, finales del siglo XV, con las pinturas murales de la iglesia románica de Castrelos. En ambas imágenes se representa la Adoración de los Magos, lo que demuestra que es el episodio navideño más querido por los vigueses.

Ceferino de Blas, con el libro en sus manos, en Príncipe. / R. GROBAS

–¿Cuáles son los primeros datos que se conocen de estas fiestas en Vigo?

–Los vigueses tuvieron durante varios siglos un lugar de reunión y concentración principal: la iglesia de Santa María o colegiata, donde dirimían sus problemas y guardaban los objetos hacia los que manifestaban su afecto y respeto. Allí se veneraban y custodiaban los elementos iconográficos relacionados con las Navidades. Allí estaba el tímpano, con el bajorrelieve de los Reyes Magos, y una preciosa talla policromada del siglo XVII que representaba la Sagrada Familia y otros elementos navideños. Pero a finales del siglo XVIII el templo comenzó a deteriorarse hasta que fue derruido en 1813. Entonces, todos esos elementos se venden o distribuyen entre las principales familias para ser repuestos cuando hubiera otro templo. Pero no ocurrió con el tímpano, que fue donado por su poseedor al Museo de Pontevedra ni con la talla policromada, que está en la catedral de Tui.

–Pero el tímpano ha vuelto a la colegiata.

–El original sigue en Pontevedra, el que se ha repuesto en Vigo es una magnífica copia, que yo recomiendo a todos que contemplen cada vez que vayan a entrar en la iglesia, porque representa el elemento más antiguo de culto de las Navidades viguesas. Según el sabio Filgueira Valverde es de finales del siglo XV.

–O sea, ¿se puede concluir que existe una conexión entre el éxito de las Navidades como se celebran actualmente con la tradición de estas fiestas?

–Es absolutamente cierto. Las Navidades no habrían alcanzado esta repercusión enorme si no estuvieran asentadas en una tradición centenaria. Se festejaban desde hacía siglos. Aunque es verdad que la forma tan imaginativa y espectacular de organizarlas ahora ha causado el efecto arrasador que se advierte cada año, y no habría ocurrido si se partiera de cero y no hubiera un ambiente propicio. Se fundamentan en una tradición de medio siglo.

–Pero eso no ha ocurrido en otras ciudades donde también se celebraban las Navidades.

–Efectivamente, el hecho de festejarlas no comporta elevarlas a la categoría de extraordinarias, como ha ocurrido en Vigo. Aquí también se venían festejando desde siempre, de una forma tranquila, como unas fiestas más. Pero en un momento dado, a mediados de la anterior década han recibido un impulso fantástico, que las transformó de forma radical. Hay que atribuírselo a una persona, al actual alcalde Abel Caballero, que ha empeñado su esfuerzo, inteligencia y recursos para hacer de Vigo la capital de las Navidades de España. Y parecía lógico que hubiera que argumentarlo en un libro.

–¿Se festejaban de forma distinta en los pueblos que en Vigo?

–Sí. En los pueblos del interior tenían un carácter más recogido e intimista que las celebraciones en Vigo donde, aún siendo muy familiares, desde el siglo XIX, en que las describen los periódicos, ha habido siempre una manifestación externa en las calles. Los días de Nochebuena, fin de año y víspera de Reyes, a Vigo venía gente de Cangas y de las parroquias rurales a celebrarlo en la calle, cantando y tocando durante toda la noche. Así se gestó la tradición de las murgas y rondallas que recorrían la ciudad, animando incansables a los vigueses, hiciese frío o lloviese. Muchos vecinos solían sumarse a estos festejos.

–¿Qué aporta el libro al conocimiento de las Navidades?

–Pienso que existen numerosos datos relacionados con estas fiestas que se desconocen. Por ejemplo ¿quién impulsó y cuándo se celebró la primera cabalgata de Reyes, cuál es la primera noticia que dieron los periódicos de las Navidades, donde se instaló el primer Nacimiento, cuándo llegaron el árbol de Navidad y Papa Noel a Vigo, dónde se comieron las primeras uvas de fin de año? En definitiva, creo que el libro responde a muchas preguntas que pueden hacerse los lectores sobre la historia de estas fiestas en Vigo.

–¿Cree que el libro gustará a los lectores?

–Personalmente me siento satisfecho de un libro que nunca pensé escribir. Ni siquiera se me había ocurrido. Fue una sugerencia que acepté y después, como suele ocurrir cuando te introduces en un tema, lo sigues y empiezas a descubrir muchas cosas que no sabías o te habían pasado inadvertidas aunque las tenías delante. Tuve colaboración de otras personas, que me informaron o ayudaron a centrar algunas cuestiones. Quiero resaltar la de la historiadora Montserrat Rodríguez, que es la gran especialista sobre la Colegiata. Además, repito, hacía falta este libro que historia esta parcela de la vida de la ciudad cada vez más relevante.

–¿Están los vigueses comprometidos con las Navidades tal como se celebran?

–Estoy absolutamente convencido de que la inmensa mayoría de los vigueses están encantados con que la ciudad viva así las Navidades, aunque soy consciente de que hay gente que discrepa. No en vano en Vigo somos muy autocríticos con lo nuestro, lo que a mí me parece bien, porque evita morirse de éxito, pero las Navidades de Vigo son algo soberbio, algo que no ha podido imitar ninguna otra ciudad de España y lo están intentando.

–De sus investigaciones,¿qué más le ha llamado la atención?

–Una grata sorpresa que recibí es que los principales escritores y artistas de Vigo firman obras relacionadas con las Navidades. Publicaron poesías, cuentos, narraciones navideñas o pintaron y dibujaron escenas representativas, incluso existen composiciones musicales.

–¿Son las luces el principal atractivo de las Navidades?

–Son la joya de la corona. En Vigo existe un gran entusiasmo por las luces desde que a finales del siglo XIX se instalaron las primeras en la Puerta del Sol y en la Plaza de la Constitución. Y es que Vigo es una ciudad donde la luz asombra a todos, con las puestas de sol más fantásticas que existen, que impresionaron a Albert Einstein y Pardo Bazán. Por eso, el momento del encendido de las luces navideñas que marcan el comienzo de las fiestas atrae a tanta gente y se vive con tanto entusiasmo. Sí, las luces son el principal atractivo de las Navidades de Vigo.