La rápida transmisión comunitaria del virus sincitial respiratorio (VSR), junto con los primeros casos de gripe y de rinovirus, que está teniendo lugar en la actualidad ha llevado a saturar en la últimas semanas las Urgencias Pediátricas del Hospital Álvaro Cunqueiro y a llenar la planta de hospitalización dedicada a los cuidados de los más pequeños, así como la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica.
–¿A qué se debe que en tan pocas semanas se hayan desbordado las urgencias y se haya registrado un volumen tan elevado de ingresos entre la población pediátrica?
–Están circulando muchísimos virus y el que está condicionando más patología grave, que es la que está provocando los ingresos en planta y en UCI, es el VRS, afectando especialmente a niños muy pequeñitos. Habitualmente, este virus suele tener una oleada epidémica entre noviembre y diciembre, pero este año empezamos a ver casos ya a finales de septiembre y en octubre. A pesar de que suele ser muy prevalente, es cierto que este año está teniendo una gran incidencia. Antes del COVID, anualmente veíamos unos 400 casos, y ahora mismo ya superamos el centenar, por lo que vamos camino de esas cifras. Lo que sucede es que están llegando muchos niños que no han desarrollado su sistema inmunitario, porque en la temporada que fueron bebés estábamos en plena pandemia y no estuvieron en contacto con estos virus. El COVID, por la lucha ecológica, también barrió a muchos virus, por lo que su circulación fue menor, además de tener las medidas preventivas.
–Ha cambiado el perfil.
–Sí, porque antes no veíamos niños de estas edades con afectaciones tan graves por el VSR, se nota que no tienen inmunidad, les ha pillado sin defensas. A su vez, ocurre que estos niños transmiten el virus a sus hermanos recién nacidos y nos estamos encontrando con bebés de 12 o 15 días en la UCI, por eso debemos tener especial cuidado ahora mismo con ellos.
–¿Qué medidas se deben adoptar para intentar frenar estos contagios?
–Si algo positivo ha tenido la pandemia es que nos ha enseñado que con una serie de medidas preventivas podemos frenar la circulación no solo del COVID, sino de otros virus respiratorios. Por eso, en el caso de los bebés, debemos extremar las precauciones y restringir las visitas familiares, evitar los besos y también reducir el contacto con personas mayores.
