Un año de prisión como autor de un delito de usurpación del estado civil. Ésta ha sido la condena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo al prófugo que usó la tarjeta sanitaria de un amigo para operarse de la muñeca izquierda en un hospital y acudir posteriormente a las consultas y a las revisiones médicas, así como a las sesiones de rehabilitación.

El paciente tenía una poderosa razón para ocultar su identidad: estaba fugado y sustraído de la justicia ya que sobre él pesaban órdenes de búsqueda y captura. “Se llegó a arrogar como propia la personalidad y el estado de su amigo para acceder al hospital, ser atendido y evitar ser descubierto y detenido”, destaca la jueza en la sentencia. Este hombre ya tiene condenas previas por otro tipo de delitos.