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Las estafas por internet se disparan: "Hay toda una oleada"

Vigo y su área suman decenas de denuncias diarias | Junto al clásico timo con tarjetas bancarias y el "fraude del CEO" a empresas, irrumpen las de Bizum o los falsos "brokers"

José Torres (de pie) y Ricardo Silva, en la Unidad de Delitos Telemáticos de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. | // R. VÁZQUEZ

La ciberdelincuencia se dispara. Las estafas con tarjetas bancarias y todo el sinfín de fraudes que han encontrado en internet un perfecto campo de cultivo han crecido de forma preocupante. “Es una locura, hay toda una oleada”, describe un agente policial. En Vigo, ámbito de la Policía Nacional, hay jornadas en las que se registran decenas de denuncias. Y en los municipios de su área competencia de la Guardia Civil la problemática también está a la orden del día. “Desde hace dos años, pero especialmente en el último año, se ha visto un gran incremento”, aseveran en el Instituto Armado.

Estafas que ya vienen de lejos como cargos fraudulentos en las cuentas bancarias, engaños en las compras online o mensajes de SMS que suplantan a empresas de mensajería siguen cobrándose multitud de víctimas. Las empresas tampoco se libran, con modalidades como el “fraude del CEO”, que continúa en boga. Y junto a estos ciberataques, que aunque tratan de reciclarse son ya un clásico, surgen nuevos timos. ¿Cuáles? Entre los más novedosos están los que se aprovechan de Bizum, la popular plataforma de pagos a través de teléfono móvil, y cada vez con más fuerza los protagonizados por falsos brokers.

“Yo tengo claro que no volveré a hacer compras en internet; y las operaciones bancarias las haré en la oficina de la entidad de forma presencial o con mucha prudencia en la aplicación de la banca electrónica”, afirma un ex alto cargo público ya jubilado que tuvo un buen susto cuando, en solo unas horas, los ciberdelincuentes le saquearon 7.000 euros de su cuenta. Uno de los cargos, de adquisición de productos tecnológicos, se hizo a miles de kilómetros de distancia de Vigo, en las islas Canarias. Y todo se debió a un fatal equívoco. Su banco le había advertido de que debía renovar el DNI para seguir manteniendo sus cuentas. Y junto a esa llamada real, de forma casual casi al mismo tiempo recibió un SMS aparentemente de su entidad que en realidad era un fraude. Él cayó en el engaño y, al descubrirlo, se vio abocado a un “calvario” de cancelación de tarjetas y denuncias que, al final, acabó bien. “Conseguí que me devolvieran el dinero, pero lo que me queda claro es que la banca electrónica es un sistema todavía muy inseguro”, reflexiona.

Lo que le ocurrió a este hombre está a la orden del día. En la Policía Nacional de Vigo hay denuncias casi idénticas a diario. “Estos cargos fraudulentos son muy habituales; le ocurre a gente de todo tipo: jóvenes, mayores... Hay quien viene desesperado, diciendo que en su vida ha usado la tarjeta, que no sabe qué ha pasado”, cuenta un agente. Las filtraciones de bases de datos de webs de compras, los ataques de phising o picar en SMS fraudulentos se encuentran entre la variedad de motivos que pueden provocar que datos tan sensibles como los bancarios acaben en manos del cibercrimen.

Extremar las precauciones

Cuando se hacen compras a través de internet hay que extremar las precauciones. Porque hay multitud de denuncias de personas que han sido engañadas a la hora de adquirir un teléfono móvil, un ordenador, una bicicleta o un perro. En definitiva, por artículos de todo tipo. Los estafadores se quedan con el dinero y no envían nada. Abundan asimismo páginas webs dedicadas a la venta de artículos que suplantan a comercios reales. Especialmente del ámbito de la tecnología. “Presentan ofertas que llegan a través del correo electrónico y en realidad es un phising de libro”, explica Ricardo Silva, miembro del Equipo de Investigación Tecnológica de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

Como éstos, hay otros timos descubiertos ya hace años que continúan deparando cuantiosos beneficios a los estafadores. Los sufren los ciudadanos, pero también las empresas. El “fraude del CEO” es un claro ejemplo. Ocurre cuando los delincuentes consiguen acceder a los emails de la empresa, y especialmente a los de aquellos trabajadores con capacidad para librar pagos o autorizar operaciones financieras. Monitorizan las comunicaciones y cuando ven que se acerca un pago importante suplantan la identidad del interlocutor de ese empleado con un correo similar que induce a error y le indican que el dinero ha de ingresarse en una nueva cuenta. “El trabajador lo interpreta como real, hace el pago y ya ha caído en la estafa”, resume Ricardo Silva. Y suelen ser cantidades cuantiosas. “De 20.000, 30.000 y hasta 100.000 euros nos las encontramos con relativa frecuencia”, concreta. En estos casos, advierte, hay una forma bastante asequible de darse cuenta del engaño. El ataque suele venir desde el extranjero. “Usan Google Translate para transformar al español los mensajes que envían por email, lo que da lugar a una traducción muy tosca fácilmente detectable”,afirma.

Las nuevas modalidades

Junto a los fraudes de toda la vida, surgen los nuevos. Un claro ejemplo son los que irrumpen en torno al servicio de pago por teléfono móvil Bizum, una plataforma cada vez más popular para hacer transferencias de dinero instantáneas. Una de las estafas en la que han caído numerosos vecinos de Vigo y del resto de la provincia es el Bizum inverso. ¿Qué es? Pues ocurre cuando un estafador contacta con un vendedor por ejemplo para adquirir una bicicleta. Mientras conversan por teléfono el falso comprador cierra la operación y le dice a su interlocutor que le va a enviar el dinero, por ejemplo 500 euros, en ese mismo momento por Bizum. “Solo tienes que darle a aceptar”, le apura. Y mientras conversan el vendedor así lo hace, sin saber que esa persona no le ha hecho un pago, sino que en realidad le ha enviado una solicitud de dinero, opción que también tiene Bizum. Así que en realidad, lejos de ganar, la víctima ha perdido esos 500 euros. “Hay muchos caso; generalmente rondan los 400 o 600 euros pero hemos tenido alguno de hasta 2.000”, afirman en la Guardia Civil, que avisan de otro novedoso y elaborado fraude, el de los falsos brokers que captan a inversores para vaciarles sus cuentas bancarias.

“Hay que ser escéptico; eso te puede salvar”

Ricardo Silva Loureiro - Miembro del Equipo de Investigación Tecnológica de la Guardia Civil de Pontevedra

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Ricardo Silva Loureiro pertenece al Equipo de Investigación Tecnológica de la Guardia Civil de Pontevedra. Y aprecia ese “gran” aumento de delitos en torno al cibercrimen. Algo que tiene su lógica, señala, porque cada vez son más las personas, de todas las edades, que usan las nuevas tecnologías. La popularidad de la banca digital, por ejemplo, es un claro ejemplo de como se digitalizan servicios que hay que usar día a día. “Hay por tanto un mayor grado de exposición”, resume.

Este alza delictiva ha provocado incluso que en la provincia de Pontevedra la Guardia Civil haya puesto en marcha uno de sus equipos “Arroba”, especializado en estafas de carácter tecnológico e integrado por cuatro agentes.

“Debemos desconfiar de las ganancias exprés y ofertas únicas que encontramos en internet”

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Ricardo Silva enumera la variedad de delitos que se encuentran, pero, como novedoso, destaca sin duda el de los falsos brokers, que es además un timo bastante elaborado. Ya han tenido muchos casos y el perjuicio económico, avisa, es elevado: “Ninguna de las estafas es de menos de 10.000 euros”. “Los estafadores se presentan como brokers de empresas y suelen conducir a la víctima a páginas webs vistosas y elaboradas; ofrecen realizar inversiones en productos financieros o en criptomonedas y consiguen que la persona a la que se dirigen haga pagos elevados; prometen beneficios pero a la hora de querer retirar el dinero vienen los problemas, te dicen que para hacerlo debes pagar impuestos y así sucesivamente hasta que finalmente desaparecen y el perjudicado pierde todo”, señala. “Obtienen tus datos, te llaman por teléfono y te ofrecen tus servicios; hay que tener mucho cuidado”, advierte.

¿Cómo evitar ser víctima de esta y otras estafas que abundan por la red? Este guardia civil tiene algo claro. “Hay que ser escéptico; el escepticismo te puede salvar de caer en un fraude, hay que desconfiar de las ganancias exprés, de las ofertas únicas...”, aconseja. Sobre la investigación de estos casos, afirma que es bastante compleja. La ubicuidad y la transnacionalidad caracterizan estos delitos. Por eso a la hora de llevar a cabo sus pesquisas necesitan de la colaboración de organismos policiales internacionales o de órganos judiciales de los más variados países.

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