El Juzgado de Instrucción 7 de Vigo ha dictado una peculiar medida cautelar dentro de un procedimiento: prohíbe al denunciado, de 60 años, poner música en su domicilio hasta la celebración del juicio. ¿El motivo? Las lesiones psíquicas, estrés y ansiedad que le ha provocado esta práctica a su vecino de abajo, un joven de 38 años. El abogado que defiende al denunciante, Antonio Salceda, explica cómo el afectado llegaba a su casa de trabajar todos los días y se encontraba con la música a todo volumen. "El hombre ponía la música a tope y luego se iba de la vivienda, y la dejaba puesta", precisa el letrado.

La repetición de esta situación causó en el joven episodios de estrés y ansiedad "que incluso en urgencias llegaron a pensar que podría tratarse de un ataque cardíaco". Los hechos tuvieron lugar en una vivienda protegida de la calle Ferrería, en el Casco Vello de Vigo. El joven, según explica el letrado, llegó a llamar en varias ocasiones a la Policía Local, si bien el argumento de los agentes fue que el sexagenario no estaba cometiendo ningún delito por tener la música puesta en su domicilio.

Esto motivó la contratación de un estudio de medición del sonido llevado a cabo por unos detectives que determinaron que el volumen era inapropiado. Por todo ello, la magistrada optó por la medida cautelar de prohibición de poner música en la vivienda hasta la celebración del juicio. Podría enfrentarse a delitos de lesiones psíquicas, coacciones o acoso.