Las ingenieras toman el mando de la escudería universitaria

Uno de los últimos test con el UM21.

Uno de los últimos test con el UM21.

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La escudería universitaria refuerza la presencia femenina en su séptima temporada. Ocho ingenieras forman parte del equipo actual de UVigo Motorsport, que además vuelve a estar liderado por una mujer, Sara Barbeito. Tras la cancelación de la competición en 2020 por el COVID y una campaña “muy dura” este año en la que no llegaron a rodar por problemas técnicos, el grupo ansía volver a los circuitos en 2022 con su nuevo bólido, que además será autónomo. “Esta temporada vamos con la energía hasta arriba y estamos deseando demostrar que nuestro coche es competitivo y que lo podemos hacer igual de bien que cualquier otra universidad”, subraya la team leader.

Las ingenieras impulsan al UM22

Debajo, Sofía Casal (Organización y Marketing), Sara Barbeito, David Regades y Ana Carolina Barros (secretaria). / s. penelas

Tras cerrar el proceso de ampliación y los cursos de formación, el equipo trabaja a pleno rendimiento desde hace aproximadamente un mes. Son 52 estudiantes de los campus de Vigo y Ourense que estudian diferentes ingenierías –Industriales, Biomédica, Telecomunicaciones, Informática o Aeroespacial–.

“Es un proyecto multidisciplinar y estamos muy contentos con todo el equipo. Y además este año se incorporaron bastantes mujeres. No es algo intencionado, sino que había muchas chicas preparadas y con muy buen nivel para entrar. Pero estamos encantados de contar con más alumnas y ayudar a dar esa imagen de que las chicas también pertenecemos al mundo de las ingenierías”, destaca Barbeito.

La líder del equipo, que cursa su último año de Ingeniería Aeroespacial en Ourense, se incorporó el año pasado a la escudería: “No había ninguna chica y, aunque luego dentro del grupo somos todos iguales y lo que se busca es gente que trabaje independientemente del sexo, al principio algo te asusta. En cambio, si hay más chicas cuando llegas te ayuda a sentirte más cómoda e integrada al principio”.

Pruebas realizadas este domingo en el campus

Pruebas realizadas este domingo en el campus

Barbeito, que también dirige el departamento de Organización y Marketing, fue elegida team leader por la mayoría de sus compañeros. Y se puso en contacto con María Couso, la primera alumna que dirigió UVigo Motorsport hace algunas temporadas. “La responsabilidad me asustaba un poco y toda ayuda es bien recibida. Me animó y me dijo que estaba preparada”, agradece.

La presencia de mujeres en la Fórmula Student, la competición de motor estudiantil más importante del mundo, sigue siendo minoritaria, en consonancia con las tasas de matriculadas en las carreras de ingeniería en toda Europa. Pero la presencia de Barbeito y sus compañeras puede ayudar a despertar vocaciones. “Lo hemos visto en las ferias educativas en las que participamos. Son proyectos que llaman la atención y que ayudan a las mujeres a pensar que también pertenecen y pueden entrar en este mundo”, subraya.

Tras elegir a dos jefas de equipo, el siguiente hito de UVigo Motorsport podría ser el de contar con una piloto: “Nosotros elegimos a la persona que mejor lo hace. Me apunté a las pruebas del año pasado, pero al final no pude hacerlas. Siempre animo a mis compañeras a que las hagan”.

La escudería está acabando el diseño del que será su sexto monoplaza, el UM22, que prevén tener listo a finales de año para empezar la fabricación de las piezas. Y todos los patrocinadores han renovado su apoyo, de hecho, la semana pasada se reunieron con el delegado de Zona Franca, David Regades. “Sin las instituciones y empresas que nos apoyan esto sería imposible. Tenemos mucha suerte y vamos a intentar ampliar la lista”, avanza Barbeito.

Los estudiantes buscan optimizar el rendimiento del motor y conseguir una aerodinámica más eficiente, entre otras mejoras. Pero el objetivo principal es el coche autónomo. Una exigencia que ya se comenzó a introducir en ediciones anteriores de la Fórmula Student pero que ahora será obligatoria.

El monoplaza tendrá que identificar el trayecto marcado por conos de diferentes colores gracias a cámaras y sensores. “Llevamos dos años investigando. Es un proceso largo y complicado pero queremos conseguirlo.”, asegura la team leader.

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