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Con las maletas a la estación ferroviaria de Guixar para coger... el bus

Pasajeros de Guixar antes de la salida del bus que los trasladaría a Ourense. | // MARTA G. BREA

En plena campaña de verano, con los aeropuertos y estaciones convertidos –con permiso del COVID– en grandes puertas de entrada y salida de turistas, la terminal ferroviaria de Guixar dejó ayer una estampa poco habitual: decenas de viajeros cargando con maletas y mochilas para subirse... al bus.

Que Renfe eche mano de autocares para transportar pasajeros no es algo extraordinario; lo hace, por ejemplo, cuando parte de sus vías están cortadas por obras u obstáculos. Sí lo es la razón por la que usó el tren ayer: llevar hasta Ourense a decenas de clientes que habían acudido por error a Guixar para tomar su Alvia a Madrid, un servicio que a esas mismas horas salía desde la estación de Urzáiz, a unos 20 minutos a pie de allí. Su equivocación tenía una razón simple: en sus billetes el lugar de partida que figuraba era, efectivamente, Guixar.

¿El motivo? La semana pasada Renfe anunció su decisión de que el Alvia Vigo-Madrid de la tarde –hasta ahora con salida y llegada en Guixar– empiece a operarse desde Vialia, en Urzáiz. El cambio se publicó el jueves 15 con un efecto casi inmediato: pasaba a ser efectivo ya el lunes 19, ayer. El problema es que hasta la víspera del 15 Renfe siguió comercializando billetes de Alvia para el resto del verano con base en Guixar. El miércoles 14, de hecho, aún se podían comprar pasajes para finales de julio o agosto con salida en la vieja estación.

Aunque Renfe intentó contactar con los afectados para avisarles, no ha conseguido localizar a todos. De ahí que ayer fletase un bus que esperaba en Guixar a los “despistados”. Sus planes pasaban por usar un microbús, pero la cantidad de pasajeros –40, según los sindicatos– le obligó a recurrir a un autocar que los trasladó a Ourense. Allí se reengancharon con el Alvia rumbo Madrid. Renfe avanza que el servicio se mantendrá de forma “indefinida”.

Una huelga de personal deja decenas de vuelos cancelados en Oporto

El tráfico aeroportuario de Portugal vivió el domingo, coincidiendo prácticamente con el cambio de quincena de julio, en pleno cruce de quienes empiezan sus vacaciones y las terminan, una jornada para el olvido. La huelga de los trabajadores de Gorundforce, la principal firma de asistencia en tierra (handling) del país obligó a la cancelación de cientos de vuelos en todo Portugal. El aeródromo más afectado fue el de Lisboa, donde según datos de ANA se suspendieron unas 301 salidas y llegadas de las 511 programadas para todo el domingo. Entre las rutas afectadas hubo tanto enlaces internacionales, como nacionales, con Oporto. La terminal portuense también resultó perjudicada. El Francisco Sá Carneiro habría sufrido la cancelación de 26 vuelos, entre llegadas y salidas. Desde ANA –el equivalente a Aena en Portugal– se pedía a los pasajeros que se informase sobre sus vuelos para evitar jornadas como las del sábado, cuando se cancelaron 274 vuelos en todo el país.

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