El plan antibotellón ejecutado por el Concello vigués, centrado en el cierre de zonas habituales de concentraciones masivas nocturnas de jóvenes y la vigilancia intensa por parte de la Policía, se volverá a desplegar este fin de semana. Así lo anunció el alcalde, Abel Caballero, que tiene claro que este tipo de actuaciones de control se traducirán en adelante en la mejora de los datos de contagiados.

Para detallar las líneas estratégicas de la operación y pedir su colaboración, el regidor se reunirá mañana con representantes del ocio nocturno y la hostelería, con los que ya se citó el pasado lunes para hacer balance del fin de semana. “Los hosteleros y el Concello vamos juntos. No son los causantes, sino otro tipo de reuniones y eventos en el ámbito público y particular, por tanto, es ahí donde hay que incidir. Nosotros incidiremos desde la acción de la Policía para evitar concentraciones masivas, que es donde se producen los grandes contagios”, apuntó el alcalde.

Caballero pidió a los ciudadanos que presten “mucha atención” al COVID-19, puesto que la situación en la urbe olívica es “compleja”. “Hay que seguir con la precaución y la cautela”, apostilló.

Para poner fin a las concentraciones ilegales de jóvenes el fin de semana pasado, el Concello precintó desde las 21.00 hasta las 7.00 horas la Praza de Portugal, la zona alta de la calle Joaquín Loriga y la Praza de Fernando Conde Montero Ríos, que se encuentra detrás del Cine-Teatro Fraga, y solicitó a los hosteleros que colaboraran con la entidad municipal informando “lo máximo posible”, además de poner en marcha un dispositivo policial.

La Autoridad Portuaria también se sumó al operativo antibotellón. Y es que tanto As Avenidas como la Praza da Estrela fueron precintadas. Zona Franca siguió la misma línea que el Puerto y el Concello: prohibió el acceso a la zona de la estación marítima de ría, otro de los puntos conflictivos destacados. Se prevé que estas entidades hagan lo mismo este fin de semana.