Caballero: “Esta entrada facilitará la movilidad”
Prolongar la calle Vázquez Varela hasta la avenida de Madrid para enlazar esta entrada de la ciudad con el entorno de la nueva Ciudad de la Justicia y, así, desahogar el tráfico en la Praza de España, que se complicará una vez se inaugure la nueva sede judicial en el hogar que, antaño, ocupaba el hospital Xeral. Es el objetivo que el departamento de Urbanismo del Concello de Vigo, con María José Caride al frente, tiene entre ceja y ceja. Para conseguirlo, pretende construir una carretera con dos carriles de subida desde el vial auxiliar de la avenida de Madrid en sentido Los Caballos, uno de los principales accesos rodados a la urbe olívica: circulan por él –en ambas direcciones– más de 50.000 vehículos cada día. La intervención es “prioritaria”, por lo que se empezará a ejecutar una vez se apruebe de forma definitiva el Plan Xeral de Ordenación Urbana (PXOM): se prevé dar este paso en el año 2023. El presupuesto se determinará cuando se detalle el proyecto.
Según concretan fuentes municipales, esta nueva ramificación nacerá la altura de la entrada del Colegio Hogar Afundación Vigo –al lado del paso de peatones–. Se actuará sobre un camino por el que, actualmente, no se permite el paso de coches –una señal informa de la prohibición, perfectamente reconocible por los dos elementos anclados al suelo que lo impiden– y Baixada á Salgueira. La nueva calzada discurrirá hasta la Praza de Santa Rita, en la que confluyen Baixada á Salgueira, Porto Rico, Couto San Honorato y Vázquez Varela, a unos 100 metros de la Ciudad de la Justicia.
“Se establece un itinerario circunvalatorio desde el Ensanche hasta la calle Urzáiz, canalizando los flujos generados por la posición de la nueva Ciudad de la Justicia, así como los accesos al Ensanche que, actualmente, utilizan la Praza de España”, detallan. El vial que se creará tendrá una longitud de 165 metros y aceras amplias; además, presumirá de una urbanización similar a la que lucen las calles del centro urbano: con el sello de las humanizaciones ya inauguradas. La finalidad que persigue la entidad de Praza do Rei, en palabras del alcalde, Abel Caballero, es “facilitar la movilidad y hacer posible una gran Praza de España para la gente”.
La intervención prevista, que se contempla en el Plan Xeral de Ordenación Urbana (PXOM) –se prevé aprobar de forma inicial a finales del mes de agosto–, logrará, a su vez, recuperar una parte de la ciudad que, en estos momentos, está desaprovechada, así como ganar un nexo entre la lengua de asfalto de entrada a la urbe y otras zonas: O Calvario, A Doblada o el centro. “La reforma de la avenida de Madrid se tiene que preparar para acometer este nuevo vial”, informan fuentes del Concello olívico.
Los trabajos para llevar a cabo la ejecución de esta carretera con dos carriles de subida podrían afectar al campo de fútbol del Colegio Hogar Afundación Vigo. De ser así, según confirman desde la administración local, se trasladará esta dotación a unos metros: al ámbito del parque ofimático, al otro lado de la avenida de Madrid. Otro apunte: la construcción de esta nueva solución al tráfico requiere el derribo del edificio ubicado en el cruce de la Praza de Santa Rita, “cerrado” y “con problemas”, lo que permitirá sumar el ancho necesario a la carretera en su desembocadura. Los terrenos precisos serán cedidos por los propietarios del ámbito.
Este proyecto es una de las patas que sostienen una actuación municipal más ambiciosa centrada en la rehabilitación de uno de los nudos clave de la urbe, que empata los dos brazos de la Gran Vía, además de dar la bienvenida o despedir a los vehículos. En esta primera fase, contemplan varias acciones para alcanzar dos metas finales: conseguir que el tráfico sea “más blando” en la Praza de España y su entorno y darle “porosidad” a la avenida de Madrid. En adelante, los esfuerzos se centrarán en incrementar el espacio para los viandantes en la también conocida como plaza de Los Caballos. Y es que uno de los objetivos del gobierno local es “semipeatonalizar” este ámbito y darles más protagonismo a las zonas verdes, con un concepto similar al que se aplicó en la renovada Praza de América.
A esta primera etapa de intervención, se sumará la ampliación de las rampas de Gran Vía, que llegarán casi hasta la Praza de España. El Concello se pondrá manos a la obra para lograr la rehabilitación y transformación de un tramo del bulevar, acción que permitirá dar continuidad a la movilidad mecánica que ya existe en la avenida. Se actuará en 150 metros lineales, instalando dos nuevas cintas. Una irá de Venezuela a Bolivia y la otra, de Bolivia a Nicaragua. El presupuesto para llevar a cabo esta iniciativa enmarcada en el proyecto Vigo Vertical es de 4,3 millones.
La intención del gobierno local no se queda en ampliar las cintas hasta casi la Praza de España: pretende ejecutar una tercera fase que permita conectar la Ciudad de la Justicia con Gran Vía, de nuevo, a través de rampas mecánicas. El objetivo: crear un corredor peatonal para acercar los servicios judiciales que albergará el antiguo hospital Xeral. Y es que la ruta que ha tomado el Concello en los últimos años es diáfana: entregar más cachos de la tarta de la movilidad a los peatones en detrimento del tráfico a motor, una filosofía que ha ganado músculo en plena pandemia del COVID.
Reforma del corredor
La avenida de Madrid, corredor de entrada y salida de la ciudad usado por miles de vehículos cada día, pide a gritos un lifting integral que transforme su huella dactilar. A mediados del pasado mes de diciembre, el alcalde comunicó que el Ministerio de Transportes había dado luz verde al expediente de información pública y al trazado de la reforma. El regidor concretó que el Gobierno de España trabajaba ya en la redacción del proyecto constructivo, el documento en el que se basará la apertura del concurso público para ejecutar los trabajos de humanización. El Concello olívico se encargará tanto de la licitación como de la ejecución.
La intervención convertirá la avenida de Madrid en una vía plenamente urbana, con más pasos de cebra para hacerla permeable para los peatones y dotarla de mayor seguridad vial. Se remodelarán las intersecciones, singularmente, las de las calles San Roque y Gandarón. La humanización traerá bajo el brazo la renovación del firme, nuevas aceras e iluminación, zonas verdes y esculturas. Se completará con la eliminación de las actuales vallas metálicas de separación entre los carriles centrales y los exteriores, que serán sustituidas por medianas ajardinadas.
En virtud del convenio firmado por el Ministerio de Transportes y el gobierno local, la obra, que supondrá la transformación de la avenida, desde el entorno del Seminario hasta la Praza de España, cuenta con un presupuesto de 13,4 millones de euros. El Ejecutivo central se hace cargo de dos tercios del coste –unos 9 millones de euros–, mientras que la administración municipal asume la cantidad restante.
Una gran zona verde con esencia deportiva
La avenida de Madrid se beneficiará en los próximos años de un lavado de cara de gran calado. A la creación del vial proyectado por el Concello para comunicar el corredor con el entorno de la Ciudad de la Justicia, se suma la reforma de la propia arteria de asfalto y el cambio de concepto del terreno en el que descansa la estación de autobuses, donde el gobierno local prevé dar forma a un amplio espacio verde de alrededor de 34.000 metros cuadrados con parques, jardines y pistas para jugar, por ejemplo, al fútbol, baloncesto o ping-pong. El borrador del Plan Xeral de Ordenación Urbana (PXOM), cuya aprobación inicial se espera a finales del mes de agosto, ya recoge este nuevo uso.
En el documento, que fue presentado esta misma semana a los grupos de la oposición en el Concello, se traza, además, un nuevo dibujo de las conexiones de la avenida, una remodelación del nudo situado a la altura de la estación, que incluirá nuevas rotondas, y una mejora de los enlaces. El objetivo de la entidad de la Praza do Rei es mejorar la continuidad del primer cinturón y agilizar la conexión Arquitecto Palacios-Martínez Garrido-Gregorio Espino.
Los planes del Concello para este ámbito nada tienen que ver con los del gobierno gallego. La nueva calificación urbanística entierra por completo la idea pregonada por la Xunta para este espacio: sustituir la actual terminal –cuya actividad se trasladaría al complejo Vialia– por un centro intergeneracional, un espacio capaz de integrar una guardería y un centro de día para mayores.
