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Desescalada en Galicia

Vuelven las "previas" a Balaídos con aforo limitado

El buen tiempo y el horario animaron a los celtistas a recuperar las "previas" en Balaídos Víctor Currás

Desde las 10 de la mañana, numerosos aficionados volvieron a reunirse en los aledaños de Balaídos con la esperanza de recuperar una de sus tradiciones más sagradas. Sin embargo, la limitación de aforos evitó imágenes de aglomeraciones

Balaídos volvió a respirar y beber fútbol más de 400 días después. El aumento de aforo permitido a 2.500 personas duplicó la afluencia en los aledaños de Balaídos antes del Celta B-Cultural. Y es que aunque era el tercer encuentro con público del filial en el recinto del Lagares, hasta ahora -bien por horario o aforo- no se había vuelto a sentir ese ambiente de partido.

Desde las 10 de la mañana las calles Manuel de Castro, Pablo Iglesias o Fragoso volvieron a vivir la procesión celeste hacia el estadio, con las consiguientes paradas en los bares de la zona. Sin embargo, la oferta hostelera de la zona se ha visto reducida desde aquel Celta-Leganés del 22 de febrero de 2020 que despidió el fútbol pre-pandemia.

Hasta media docena de bares históricos como El Soto o Las Gradas han echado el cierre al no ser suficientes las ayudas a la hostelería para poder seguir adelante. Los que sobreviven lo hacían hoy cumpliendo con las medidas sanitarias que limitan el aforo al 50% en terrazas y 33% en interiores.

Bares y aficionados cumplieron con las normas anti-COVID en el ansiado regreso a Balaídos Víctor Currás

Un mal menor que si bien permite abrir pese al aumento de la incidencia en la ciudad, no servía para absorber la demanda de esta jornada dominical. Decenas de aficionados miraban con envidia a los afortunados que, mascarilla mediante, podían tomar algo antes del encuentro luciendo camisetas y bufandas en unas terrazas más cotizadas que nunca.

Los camareros no tenían tiempo a atender a la gente que acudía a las barras y se repetía una misma consigna: "para llevar, solamente cafés". Varios bares reforzarían su personal este domingo en comparación con un día laborable, pero las cifras de empleo se mantienen aún lejos de una jornada pre-COVID cuando miles de personas se reunían antes, durante y después de los encuentros.

Las terrazas mantuvieron un buen aspecto durante la comida tras el encuentro Víctor Currás

Lleno total para comer

Tras el encuentro, el resultado y el buen tiempo invitaban a comer fuera. Unido a la celebración del Día de la Madre, propició que encontrar una terraza fuera casi "misión imposible". Un pequeño bálsamo para un barrio que aguarda la vuelta a la normalidad -y del público a Primera- como agua de mayo.

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