Uno de los escasos delitos que ha crecido pese a las restricciones del COVID-19 son los de carácter sexual. Y precisamente ayer un juzgado de Instrucción de Vigo tuvo una jornada de toma de declaraciones relacionada con una investigación por los presuntos tocamientos de los que habrían sido víctimas una o dos menores con síndrome de Down. Además del interrogatorio al investigado, comparecieron varios testigos.