Los molinos de O Folón y O Picón, en O Rosal, agrandan su fama no solo como elementos patrimoniales, paisajísticos y etnográficos, sino también como modelos de arte. El responsable es el rosaleiro Manuel Estévez, que ha invitado a pintores de toda España a retratar estas construcciones en cascada, documentadas ya en el siglo XVIII. Su objetivo es dar a conocer los molinos y realizar una muestra conjunta que se expondrá a lo largo del Camino Portugués a Santiago.
Manuel, que apunta haber “estado siempre rodeado de artistas”, tiene experiencia como comisario de diferentes exposiciones y destaca que, a lo largo de la historia, han sido muchos los pintores que trasladaron la temática de la molienda al lienzo. Un ejemplo es el célebre Vincent Van Gogh, quien, “durante su estancia en Neumen, entre 1883 y 1885, pintó el Molino de Agua en Gennep, un verdadero reto para el artista, tanto por su tamaño, como por haberlo plasmado al aire libre, con el frío de noviembre de 1884”, recuerda Estévez.
La iniciativa de crear una corriente de artistas entorno al cauce de los ríos Folón y Picón surgió hace años, pero ha sido en los últimos meses cuando artistas y senderistas han cohabitado junto a los molinos. Las primeras obras empezaron a pintarse incluso antes de que estallara la pandemia y todavía hay artistas que tienen pendiente su visita a este rincón del Baixo Miño. “En estos momentos están trabajando una veintena, tanto de Galicia como de otras comunidades, pero se han cursado más invitaciones a más creadores, hasta alcanzar la cifra de una treintena”, explica el comisario de la futura exposición, que ya está tramitando las correspondientes solicitudes para exponer la muestra en los museos que se encuentran en el trayecto del Camino Portugués.
Artistas de toda la península participan en esta iniciativa. Es el caso de María José Castaño y Verónica Alcácer “La Niña Vero”, de Burgos; Cris S. Villegas, de Palencia; Orlanda Gómez, de Lugo; Álex Vázquez y Amelia Palacios, de Pontevedra; Daniel Manfredi, de Aranda del Duero; Adolfo Álvarez Barthe y Nadir García, de León; José Gozar Viema, de Jaén; Antonio Franchini, de Vila Nova de Gaia; Rafa Calvo, Antonio Abad y Xavier Lemos, de Vigo; Barreiro, de Forcarei; o Antonio Martínez “Cachi”, de A Guarda.
Todos ellos retratan los molinos de O Rosal desde su propio punto de vista, aunque la mayoría desde una perspectiva realista. Más de veinte maneras diferentes de interpretar estas sesenta construcciones en cascada que forman parte del patrimonio etnográfico del Baixo Miño. “El entorno paisajístico se presta a la pintura y, sin duda, a través del arte es otra manera de darlos a conocer”, destaca el comisario de la futura exposición fraguada a pie de molino.
