La nueva grada de Marcador ya presume de su "primera piedra" simbólica: una pieza con forma de "proyectil o cohete a la luna", según aseguró el alcalde, Abel Caballero, en la que metieron varios periódicos de tirada local y nacional, así como hojas con portadas de los medios digitales vigueses y un pen drive con el proyecto. El resultado de las obras, que ya empezaron hace varias semanas, será una grada con 6.418 butacas (180 menos que ahora) y 19.646 metros cuadrados. El presupuesto: más de 15,4 millones de euros, que salen de los bolsillos del Concello y de la Diputación a partes iguales.

Al acto, celebrado esta mañana en la calle Val Miñor, justo en el solar sobre el que se levantará la nueva grada, asistieron el regidor, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, el cronista oficial de la ciudad y exdirector de FARO, Ceferino de Blas, y miembros del gobierno local y representantes de la empresa que se encargará de ejecutar los trabajos. "Toda la ciudad y gran parte de Galicia estaba esperando por esta obra. Será un gran estadio de fútbol, el más bonito del mundo", destacó Caballero, que recordó que solo Concello y Diputación aportan dinero para esta construcción. "A pesar de que la Xunta no participa, tenemos el dinero", apostilló antes de asegurar que el estadio del Celta no estará en Mos.

Según concretó el primer edil, esta misma semana, ya se han empezado a retirar asientos, y "esta semana o la siguiente", se comenzarán a retirar las torretas metálicas, "que ya no se están usando". "En verano, empezaremos a levantar la cubierta, eliminaremos toda esta estructura para que la ocupe una estructura moderna. Tan pronto acabemos Marcador, iniciaremos Gol, el proceso de licitación de Gol se hará cuando falten nueve meses para acabar Marcador", avanzó.

El proyecto de Marcador incluye la demolición de la actual grada para levantar otra más próxima al terreno de juego, la instalación de 6.418 butacas, una cubierta ondulada, la adecuación de espacios interiores, redistribución de la iluminación, la construcción de almacenes, una sala de conferencias y zonas de uso terciario. Además de la demolición de la grada, la actuación incluye la sustitución de los asientos de Río, para ampliar la distancia entre las filas, que crecerá de 15 a 18 centímetros para ganar comodidad.