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Gente mayor

Las pensiones dejan cada mes 71 millones en los bolsillos de los 63.000 jubilados de Vigo

El coste de las pensiones en Galicia durante el pasado año superó los 9.000 millones de euros, la cifra más alta de la historia, por el efecto de las revalorizaciones. Al menos un 10% de esa cifra va a parar a las manos de los pensionistas vigueses, según se desprende de los últimos datos que maneja el Instituto Galego de Estatística (IGE) en sus radiografías periódicas de la población gallega por grandes ciudades, y que corresponde a 2019.

Según ese balance, Vigo contaba con 63.487 perceptores de una pensión contributiva, la habitual por la cotización a lo largo de la vida laboral. Esto supone que algo más del 21% de los vecinos del municipio está jubilado, pero a ellos se deben añadir al menos 6.500 personas más cuyos principales ingresos proceden de pensiones no contributivas (invalidez, por ejemplo) o incluso de ayudas de emergencia como la Renda de Integración Social de Galicia (Risga). Este volumen supone un gasto mensual para la Seguridad Social de 71,2 millones de euros, alrededor de 900 cada año.

Los 63.487 pensionistas contabilizados por el IGE en Vigo son siete mil más que los existentes en 2012 (un 12% más que en la actualidad) pese a que entonces el censo oficial de habitantes era algo mayor que el presente (297.355 vecinos hace nueve años, frente a los 296.692 que acaba de certificar el Estado para el año 2021).

Según Estatística, más de la mitad de las personas que percibe una pensión contributiva son mujeres (32.478 frente a 31.009 hombres) y todos ellos, en conjunto perciben cada mes una media de 1.121 euros. Sin embargo, hay muchos matices en esta media. De entrada, los ingresos son mucho mayores entre aquellos jubilados que residen en el casco urbano (más de 1.200 euros) y a medida que nos alejamos de él, los datos oficiales indican que la paga se reduce a menos de mil.

Ingresos por género

También se mantiene una notable brecha de género, en torno a los 400 euros, una diferencia que es crónica en el tiempo. Hace nueve años una mujer percibía 384 euros menos que un hombre y aunque la cuantía de la pensión femenina aumentó más (un 14% frente al 12% de la masculina, la brecha creció hasta 383 euros, ya que la base de partida ya marcaba notables diferencias. En 2012 una mujer percibía 763 euros y ahora ronda los 930, mientras que un hombre pasó de 1.47 a 1.323. La revalorización beneficia a este último sector de la población.

Las pagas más bajas (menos de 1.032 euros) corresponden, según el IGE, a parroquias y territorios vigueses como Valadares, Beade, Zamáns, Bembrive, Lavadores, Candeán, Cabral o Teis. En el segundo escalón (de 1.032 a 1.116) aparece toda la franja costera entre Bouzas y Oia, incluido Coruxo, Comesaña o Saiáns, junto con Sárdoma y Castrelos. Hay que adentrarse en el casco urbano para encontrar pensiones medias por encima de los 1.211 euros.

En cuanto a la concentración de pensionistas (número de ellos por cada mil habitantes), se produce el fenómeno contrario, es decir, cuanto más lejos del centro, más jubilados residen. Quizás eso explique el descenso económico: cuantas más pagas haya, mayor es el espectro para calcular la media y, por tanto, baja.

Valadares, Bembrive, Beade, Zamáns y Teis superan los 220 jubilados por cada mil habitantes, mientras que en la franja litoral de Samil o Canido, por ejemplo, se reduce la “densidad” por debajo de esa cifra. No obstante, vuelve a ser el centro, más Castrelos en este caso, el distrito (división territorial que utiliza Estatística) con menor número de pensionistas por cada mil habitantes: Menos de 200. Como es lógico, el mayor número de jubilados se concentra entre los mayores de 65 años (alrededor de 51.000), pero llama la atención que hay casi 12.500 por debajo de esa edad.

Otro aspecto que analiza el IGE, aunque sin una desagregación territorial tan detallada como en el caso de las pensiones contributivas, es el relativo a las pagas no contributivas y a las ayudas sociales.

En el primer caso, se contabilizan 3.680 perceptores en 2019, casi los mismos que en 2005 y 225 más que hace una década. Son cifras, por tanto, que se mantienen más o menos estables en el tiempo, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, con el Risga. En este caso, el número de beneficiario se ha multiplicado por tres en veinte años, al pasar de 856 perceptores en 2001, a los más de 2.300 actuales. Más de la mitad, además, son mujeres, donde el aumento del número ha sido muy brusco. Se duplicó en pocos años, pasando de 714 a 1.427 en una década.

Datos pensionistas area de Vigo

El padrón de habitantes sube en casi todas las parroquias

El padrón del municipio de Vigo crece a un ritmo de casi 800 personas al año desde 2016. Así lo certifica el Instituto Nacional de Estadística (INE), con un censo oficial de 296.692 habitantes. De este modo, Vigo se aproxima ya al padrón de 2012, cuando alcanzó los 297.355 vecinos. Con estos daos, se comprueba que hace nueve años, el 19% de la población era pensionista, y en 2019 ese porcentaje había subido al 21,5%, un aumento muy llamativo si se tiene en cuenta que hay, además, unos 600 residentes menos. La mejoría paulatina en el padrón se produce en la mayor parte de parroquias y territorios de Vigo, según el balance oficial que ofreció ayer el IGE en cuanto a núcleos de población, referidos a 2020. Así, suben Alcabre (con 59 más, llega a 4.300 vecinos), Bembrive (suma 31 residentes y tiene 4.374), Cabral (47 más, hasta 6.628), Candeán (un aumento de 36 eleva su censo a 4.675) Castrelos (pasa a 7.999 al crecer en 12), Comesaña (con 17 más, llega a 6.530), Coruxo (suma 35 y alcanza los 5.324), Freixeiro (tiene 6.001 al crecer en 49), Navia (94 más, hasta 6.246), Oia (pasa a 3.896 con 54 vecinos más), Saiáns (recibe tres vecinos y contabiliza 1.169) y Valadares (que crece en 25 residentes, hasta 5.382). La parroquia menos poblada, Zamáns, se mantiene en los mismos 839 del año anterior, mientras que Teis pierde 87 (cae a 2.317 habitantes), Matamá se queda sin 47 (tiene 3.669), en Beade hay 30 vecinos menos (5.292) y la parroquia más poblada, Lavadores, reduce su censo en ocho habitantes y cae a 7.514. Como curiosidad, el IGE subraya que hay cuatro personas censadas en Cíes (tres hombres y una mujer) y en el casco urbano son 2020.090 habitantes. De hecho, es este último territorio el que concentra la mayor parte del crecimiento demográfico del municipio. De los 1.328 vecinos recién incorporados al censo, 990 lo hacen en el casco urbano, es decir, casi el 75% del total. Sin embargo, en contra de lo que sucede en otras ciudades gallegas, el territorio rural de Vigo no parece estar penalizado por un traslado a la zona más urbana. El aumento demográfico en Vigo (un 0,5%) es algo superior al de toda la provincia, que se cifra en un 0,3%, hasta los 945.408 habitantes (2.743 más que hace un año).

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