Las bicicletas se han convertido en uno de los transportes urbanos de moda en los últimos años. También en Vigo, gracias sobre todo al desarrollo del carril bici a lo largo del casco urbano de la ciudad. Y hay gente que parece que ha visto un negocio en todo ello. Un negocio, en este caso, ilegal. Y es que desde el inicio del verano se han registrado decenas de robos de bicicletas en Vigo, que posteriormente los ladrones venden a través de plataformas de segunda mano como Wallapop e incluso, las que son más antiguas, por piezas, para sacarle la mayor rentabilidad económica. Los ladrones actúan en todos los lugares imaginables: garajes, portales de vivienda e incluso centros de trabajo.
Uno de los afectados es Marcos Vázquez, que tenía una bici valorada en más de cuatrocientos euros y que usaba a diario tanto para ir al trabajo como para llevar a sus hijos al colegio o la guardería, pues la bici incluía una silla para bebé. La guardaba todos los días en el garaje comunitario del edificio en el que vive, en la zona de Plaza de Compostela. El maleante aprovechó para entrar en el garaje cuando se abrió la puerta mientras accedía un vecino con el coche, y robó el vehículo a pedales de Marcos. "Cursé inmediatamente una denuncia en la Policía Nacional y se solicitó acceso a las imágenes de seguridad del edificio, pero de momento no ha habido suerte", lamenta este vigués. La bicicleta estaba asegurada mediante un candado, que rompieron, al igual que la silla para el bebé. El afectado la estuvo buscando en tiendas de segunda mano, por si el ladrón decidía revenderla, pero no tuvo suerte. "Seguramente aprovechará para venderla por piezas y sacar así más dinero", asegura Marcos Vázquez, que ha visto trastocado su día a día tras el robo de su bicicleta.
Su caso es uno de los muchos que se han producido desde el inicio de la desescalada en Vigo. Otro de los más curiosos es el de Miguel Comesaña. Le robaron su bici que tenía asegurada con un candado en el interior del edificio en el que vive en la zona de Ronda don Bosco. A los pocos días observó cómo el responsable del robo subía el producto hurtado a la conocida plataforma online de venta de segunda mano Wallapop. La vendía por setenta euros cuando a Miguel le costó 250. Según figura en los datos que ofrece la aplicación, el ladrón pertenece a la zona de Lavadores y curiosamente puso otros cuatro artículos a la venta el mismo día que el de Miguel. El afectado, que se mueve habitualmente por la ciudad mediante esas dos ruedas, puso este hecho en conocimiento de la Policía, que le aconsejó que antes de poner la denuncia intentase contactar con el ladrón a través de Wallapop, conseguir su teléfono y a partir de ahí darle la información a la Policía para que puedan actuar y recuperar la bicicleta.
Curiosamente, cuando robaron la bici de Miguel, estaba encadenada a otra, que también hurtaron. Era propiedad de Yasia Dolisnea. En este caso, no estaba en muy buen estado: tenía la rueda pinchada, alguna pintada y bastante deteriorada. "No creo que le saquen mucho rendimiento", asegura Yasia. No ha puesto denuncia en la Policía y en este caso, todo apunta a que los ladrones estén intentando vender las piezas por separado para sacar un rédito económico. "La usaba a todas horas, iba a la playa con ella, a trabajar... Realmente es un trastorno quedarme sin ella", reconoce.
Las bicis robadas suelen tener candado
La bicicleta de la imagen fue hurtada en el portal de un edificio de viviendas ubicada en el entorno de Ronda don Bosco. Estaba asegurada mediante un candado pero, aún así, el o los ladrones consiguieron robarla. También se han reportado robos de estos vehículos urbanos a pedales en zonas como la Plaza de Compostela o La Doblada. En muchas ocasiones, los afectados ni siquiera denuncian el robo ante la Policía por la falta de esperanza de que encuentren el producto hurtado.
