Varios padres y alumnos declararon ayer en la Audiencia de Vigo durante la segunda sesión del juicio contra el profesor y director de un club de taekwondo de Vigo acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 15 años durante unas clases especiales que realizó en su propio domicilio. También compareció una colaboradora de la entidad deportiva que, como docente y bailarina, preparaba a los deportistas sobre todo en el campo de la expresión corporal. Esta mujer salió en defensa del encausado, al sostener que se "malinterpretaron" los trabajos que el entrenador hizo con la joven, que no tienen "connotación sexual" pero que "descontextualizados", precisó, pueden dar lugar a malentendidos. Sin embargo, cuando la fiscal le preguntó si en ese tipo de ejercicios se podría llegar a tocar la zona vaginal, contestó un rotundo "imposible". A la misma pregunta sobre los pezones, la testigo respondió que solo podrían llegar a tocarse de forma accidental "sin querer".

El profesor de este club vigués que despuntaba en la disciplina de taekwondo acrobático, participando en campeonatos mundiales, se declaró inocente el lunes, alegando que solo fueron "trabajos corporales", mientras que la menor, que compareció a puerta cerrada, contó los tocamientos sexuales que sufrió. Ayer la profesora que declaró a propuesta de la defensa -igual que el resto de testigos de la jornada- relató que la "expresión corporal" es clave en la modalidad acrobática y que eso supone hacer ejercicios con los deportistas que implican contacto. Declaró que ella misma aconsejó alguna vez a alumnas del club "quitarse o aflojar" el sujetador ya que "bloquea el diafragma" y que realizó estiramientos que obligan a tocar la parte interna de las piernas o la ingle.

También, agregó, en ocasiones hay que preguntar sobre la vida íntima o sexual de los jóvenes. "Con deportistas de alto rendimiento sí, es importante la madurez sexual", dijo, agregando otras cuestiones como saber si las alumnas tienen o no "la regla" o les "crecieron" los pechos. En todo caso admitió, a preguntas de la fiscal, que estos ejercicios no conllevan contacto con la zona vaginal de una alumna: "Es imposible". Reconoció asimismo, sobre los hechos que se están enjuiciando, que solo conoce la versión de los hechos que le transmitió el propio profesor.

El resto de testigos -padres de alumnos o los propios chicos- relataron como se vivió la época en que salieron a la luz los presuntos abusos, desvelándose también ayer que el acusado se intentó suicidar y llegó a estar hospitalizado. "Nos quedamos todos alucinados, no dábamos crédito", dijo una madre sobre los acontecimientos, agregando que hasta ese momento en el club todos eran "una piña" y que lo que decía el profesor "iba a misa". Era frecuente, coincidieron varios, que los chicos fueran a casa del docente "de forma grupal" a comidas "de celebración" por ejemplo. La casa era, describió un testigo, una "sede" más del club.