El Náutico está a solo unas horas de llegar al final del largo camino que emprendió en el otoño de 2016, cuando se acogió al concurso de acreedores para negociar su deuda y despejar su futuro. Tras meses de negociaciones los responsables del club prevén firmar mañana a primera hora, en el juzgado, el convenio con sus acreedores. La rúbrica será posible gracias al acuerdo alcanzado en los últimos días con Abanca, pieza clave del proceso al ser la entidad que acumula una mayor mora. De los cerca de 3,1 millones que conforman la deuda de la sociedad, en torno a 1,5 son de la entidad financiera.

El convenio ya estuvo a punto de cerrarse hace meses, en marzo, pero la pandemia echó por tierra el calendario que había fijado el juzgado. Una vez levantado el estado de alarma, el club se encontró sin embargo con que no se había visto alterada solo la hoja de ruta de la negociación. Lo habían hecho también -reconocían desde la junta directiva- sus propias previsiones de ingresos para el ejercicio, que no contaban con la caída de ingresos en la hostelería y restauración derivada de la crisis sanitaria. Club y banco volvieron a sentarse en verano y han logrado ya -señala el Náutico- cerrar el acuerdo.

La firma del convenio no será el único paso clave que tiene previsto dar el club a lo largo de las próximas semanas. Dentro de unos siete días la directiva que encabeza José Antonio Portela prevé convocar un asamblea para informar de primera mano a los socios y presentar las cuentas.

También avanzará su intención de convocar elecciones, que podrían organizarse entre finales de octubre y principios de noviembre. Entre una convocatoria y su celebración deben transcurrir 15 días, con lo que la reunión con los socios se fijaría en principio hacia mediados del próximo mes.

Portela adelanta su intención de presentarse a los comicios. El anterior presidente, Rafael Tapias, falleció a finales de noviembre de 2019. Poco después, en enero, los socios avalaban a su directiva, inmersa en las negociaciones para salir del concurso y el diseño del plan de viabilidad. A la cabeza del Náutico se situaba ya por entonces Portela, quien ocupaba el cargo de vicepresidente en el equipo de Tapias y el de su predecesor, Justo González Ballesta. Está vinculado al club desde hace 60 años.