El Covid da la puntilla a los juzgados de lo laboral: seis de ellos ya fijan juicios en 2021

La sobrecarga de trabajo que deben afrontar los juzgados de lo Social de Vigo no supone ninguna novedad. Estas salas que se encargan de resolver pleitos laborales alcanzaron cifras récord de litigiosidad a causa de la crisis económica de 2008. Y tras superar aquella recesión y ver bajar el número de expedientes, en los últimos años se encontraron de nuevo con cifras al alza. Pero lo que sí es nuevo es el escenario con el que se han topado estos tribunales a causa del Covid-19. El estado de alarma paralizó la actividad judicial durante tres meses. Los cientos de juicios que tenían señalados para las fechas en que irrumpió el estado de alarma tuvieron que suspenderse. Y la recolocación de todas estas vistas, junta a las de las demandas nuevas que siguen entrando día a día en esta jurisdicción, es lo que ha dado lugar a una situación del todo excepcional: la de que todos los juzgados, con la sola excepción de uno de ellos, están ya fijando juicios en 2021. Y varios de ellos avanzado ese ejercicio. Porque tienen sus agendas prácticamente completas hasta el verano e incluso el otoño del próximo año. La peor situación se vive en el Juzgado de lo Social número 3: el juicio de un litigio ordinario que se registre hoy en esta sala no podrá señalarse hasta noviembre de 2021. Es decir, a 15 meses vista.

La parálisis que causó el confinamiento provocó un descenso en la entrada de nuevos asuntos laborales. En lo que va de año van 3.680 -frente a los 4.015 contabilizados en idéntico período del ejercicio pasado-, pero en los juzgados no tienen dudas de que, a corto plazo, las cifras volverán a ser las que eran. "En estos primeros días de septiembre están entrando muchas demandas", dicen en una sala. Y, si se cumplen las previsiones, entre finales de año y el próximo 2021 podrían afrontar toda una oleada de causas directamente derivadas de la crisis económica causada por el coronavirus. A la espera de como se presente ese cercano futuro, estos tribunales se han topado con que, en su ya de por sí alto ritmo de trabajo, han tenido que encajar la avalancha de juicios que hubo que suspender mientras la Administración de Justicia estuvo parada. Poner nueva fecha a las vistas ha agotado los huecos que había en este 2020 y ha obligado a recolocar estos procesos y los que están entrando nuevos en buena parte de 2021.

El peor escenario, como desvelaba el sindicato Alternativas na Xustiza hace unos días, lo afronta el Juzgado de lo Social 3. Los asuntos ordinarios los está ya señalando en noviembre del próximo año y los urgentes -despidos, conflictos colectivos, vacaciones, impugnaciones de altas médicas...-, en mayo. En el Juzgado Social 5 también están llegando al próximo otoño y en dos más, el 4 y el 6 -la nueva sala creada en 2019-, la agenda está llena hasta el verano. "Pero para los casos urgentes hay fechas libres este año", aclaran en uno de ellos. El número 2, un tribunal que siempre iba al día, está con los juicios por febrero. "No hay otra solución, hubo que recolocar 300 juicios suspendidos", dicen. Y el que mejor está es el número 1, el único que aún no tocó 2021. "Pero pronto llegaremos; vamos por noviembre y diciembre", indican. El retraso afecta también a un séptimo tribunal, el de refuerzo, que ya pudo señalar todos los casos que tenía pendientes de enjuiciar, pero a costa de poner el último el 29 de marzo de 2021.

Mientras se sigue a la espera de la creación del séptimo juzgado laboral anunciado para este año, las salas que ya funcionan afrontan un futuro incierto, a la espera de si viene o no ese aluvión de pleitos derivados de las consecuencias económicas de la pandemia. Y no solo de despidos u otros litigios que evidencian la crudeza de las recesiones, sino también resultantes de otros fenómenos que surgieron con el confinamiento, como la expansión del teletrabajo. ¿Habrá muchos casos de empleados que pleiteen contra sus empresas para defender su derecho a desarrollar su labor desde casa? Fabián Valero, experto abogado laboralista, cree que sí, que es un litigio al alza. Él ya presentó varias demandas. "Y habrá más. Los trabajadores han descubierto que el teletrabajo es viable y factible y encaja más para el cuidado por ejemplo de los hijos", resume.