De forma unánime. Así ha decidido la Federación Olívica de Asociación de Nais e Pais de Alumnos de Vigo e comarca (Foanpas) rechazar la gestión de los comedores escolares, actividades extraescolares y aulas matinales durante este curso escolar marcado por la pandemia del coronavirus ante la "imposibilidad" de realizar esta tarea.

La entidad olívica denuncia que el decreto de la Consellería de Educación "marca la obligatoriedad del servicio de comedor", pero "no establece cómo tiene que desarrollarse, haciendo responsables a las Anpas de la redacción y firma de un protocolo y obligándolas a asumir la gestión de la pandemia en las actividades complementarias sin implementar medios materiales ni humanos". "Ante esta situación y atendiendo a nuestra responsabilidad, nos vemos en el deber, de nuevo, de denunciar el abandono en el que la Xunta y, nominalmente, la Consellería de Educación dejan a las familias del área de Vigo", lamenta Foanpas en un comunicado.

La federación viguesa convoca caceroladas en los balcones a las 21 horas hasta el 9 de septiembre para protestar por el panorama que les toca vivir. Por su parte, el profesorado mantiene su huelga para los días 10 y 16 de septiembre.

"Incertezas e inseguridad"

El BNG de Vigo mantuvo ayer un encuentro con miembros de Foanpas, en el que participaron el concejal Xabier P. Igrexas y la diputada en el Parlamento gallego Alexandra Fernández. Los representantes de la formación nacionalista les trasladaron su "apoyo total" a las reivindicaciones, ya que, señalan, "no estamos en las condiciones de iniciar el curso cuando solo hay incertezas e inseguridades por culpa de la Xunta", que no "fue capaz de adoptar las medidas necesarias".

Ante la "grave irresponsabilidad" del gobierno gallego, el BNG va a demandar la convocatoria "urgente y extraordinaria" del Pleno del Consello Escolar Municipal para "articular una respuesta conjunta, unitaria y en clave de ciudad" por parte de la comunidad educativa. "Se está poniendo al límite" las familias", advierten desde el partido.

Alexandra Fernández apuntó la importancia de que la Xunta "abra una interlocución directa" con la comunidad educativa. "Parece que, para la Xunta, lo que acabamos de hacer hoy, sentarnos a hablar con las Anpas, debe de ser algo revolucionario y extraño", señaló antes de indicar que la seguridad en las aulas se consigue con más personal y más medios en los centros.