Un lastre que arrastran los juzgados de Vigo desde 2018, motivado sobre todo por el colapso de los tribunales de cláusulas suelo, es el de su elevado volumen de asuntos que se encuentran a la espera de respuesta. Porque desde ese año el número de pleitos pendientes se ha venido situando en la friolera de 20.000. Una cifra que, a raíz de la parálisis judicial que trajo consigo el estado de alarma, podría situarse en los 22.500 a finales de año. Al menos así lo vaticina el Colegio de Procuradores, que hizo un estudio sobre el atasco existente y cómo se vio afectado por el Covid-19.

"El colapso en los juzgados vigueses va a crecer; las medidas que se han puesto sobre la mesa no sirven para agilizar la Administración de Justicia", afirma crítico el decano de los procuradores vigueses, que avisa de que hay salas que ya están señalando juicios en 2021. "Necesitamos una reforma trascendental y de calado; seguimos con un modelo que tiene más de 100 años", concluye.