Clases online, medios telemáticos, videoconferencias... Esta miscelánea de términos se ha convertido en el epicentro de los estudiantes desde que el pasado 15 de marzo se decretase el estado de alarma. El temario impartido a través de las diferentes plataformas digitales de cada centro educativo fue la única guía con la que contaba el alumnado para preparar y continuar con sus estudios, pero ¿habrá influido en sus calificaciones?, ¿pasan de curso suficientemente preparados?, ¿lograron mantener el nivel que se exige por curso? Los docentes consultados coinciden que en la gran mayoría de los casos, el estudiante no solo logró las competencias que se le exigían por curso, sino que algunos incluso mejoraron sus calificaciones. "En cuanto a las notas, la tasa de éxito se ha mantenido incluso aumentado un poco. Tiene el saber, la teoría, pero falta el hacer y el estar; sino es presencial hay ciertos conceptos como la actitud, el pensamiento rápido que no se pueden adquirir", señala Eva Lantarán, profesora y decana de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Vigo.
Misma realidad observa la docente Inés García, que imparte clases en el primer curso de Enxeñaría de Tecnoloxías de Telecomunicación, con más de 150 estudiantes. "Realizamos ya tres exámenes, entre ellos el primero telemático y el resultado ha sido muy bueno. Al primero se presentaron 126 alumnos, al segundo 98 y la tasa de aprobados fue del 60% con respecto a los presentados. Es una cifra habitual, no hemos notado cambios en las calificaciones por la situación de confinamiento y clases online", explica la docente.
Y es que como señala, desde su departamento se ha trabajado durante días para poder ofrecerle al alumnado un temario y unos soportes con los que no perdieran el nivel ni las exigencias de la materia. "Nos los hemos preparado mucho y trabajado mucho para que ellos tampoco vieran peligrar sus conocimientos y pudieran mantener este nivel. Adaptamos los contenidos, hicimos cientos de vídeos, programábamos retos semanales, ha sido mucho trabajo", expone García.
Esta tendencia es perfectamente extrapolable a los escolares. La profesora de ESO y Bachillerato en el IES Álvaro Cunqueiro, Malores Villanueva, explica que las competencias y calificaciones de cada alumnos no han variado en exceso por esta excepcionalidad. "El que siempre saca dieces sacó un 10 y el que solía suspender, suspendió", concreta. En su caso, realizó varias pruebas tipo test así como comentarios de texto a través de las plataformas sin registrar incidencias. "Siempre a través de la cámara web, pendiente de ellos y de que luego nos manden una foto convertida en PDF de su examen o prueba y lo que hemos visto es que las notas se han mantenido", certifica Villanueva.
En cuando a los cursos inferiores la situación sí será más sencilla para ellos. "Es habitual que en 1º o 2º de la ESO, los primeros días del nuevo curso se empleen en un repaso del anterior. Por lo que si algún niño quedó descolgado con algo, se engancha fácil", matiza la profesora de Lingua Galega.
Pero no solo los estudiantes de enseñanzas regladas se formaron estos meses a través de las pantallas de los ordenadores. En el Conservatorio Superior de Música de Vigo las clases de piano, clarinete u otra modalidad teórica se impartieron también vía online. "Las calificaciones han sido las esperadas porque hemos podido mantener el temario muy bien y llevarlo al día. Pensaba que iba a ser mucho peor, pero la experiencia no ha funcionado nada mal. No creo que hayan perdido nivel, incluso al contrario, han trabajado más porque lo veían más complicado y porque nosotros no aseguramos que nunca les faltasen notas o contenido", explica Esteban Valverde, director del CSM y también profesores de la disciplina de Clarinete.
