Con la llegada de la Fase I de la desescalada -ya hace dos semanas- y el calor, las terrazas se han vuelto uno de los lugares más codiciados por los vigueses. Tanto es así que más de un millar de hosteleros de la urbe solicitaron ya al Concello los permisos para colocar en sus negocios de restauración una terraza o ampliar la que ya tenían.

A fecha de ayer, y según fuentes municipales, se registraron un total de 515 solicitudes. De ellas, poco más de un centenar se corresponden con solicitudes para ampliar la presencia de mesas y sillas en aceras, siempre y cuando no entorpezcan el paso de los peatones o transeúntes. En más de una ocasión, el alcalde Abel Caballero reiteró que todas estas solicitudes se aprobarían siempre y cuando no molestasen a las personas que discurren por las aceras. En cuanto a las 400 restantes, se trata de peticiones de hosteleros para disponer de terrazas en sus locales o bien actualizar los datos de las mismas.

Estas mismas fuentes precisaron que la gran mayoría, sino todas, se aprueban quizás con algún requerimiento de aporte de documentación o concreción pero sí salen adelante. Y es que las terrazas se han convertido en el único reducto para los hosteleros que vieron como durante algo más de dos meses las persianas bajadas eran lo único que se apreciaban de sus establecimientos. Matizan también que se están atendiendo todas estas peticiones a un ritmo alto para evitar demoras y favorecer la economía.

Condiciones

Entre las condiciones que tienen que fomentar los propietarios o gerentes de estos negocios es reducir en un 50% el aforo de las mismas para lograr así el ansiado distanciamiento entre ellas de mínimo dos metros. Y es que a pesar de que con la Fase II ya es posible acceder y consumir en el interior de bares o cafeterías, lo cierto es que el tiempo anima a emplear estas terrazas. En varios locales, especialmente del Casco Vello, es necesario contar con reserva para poder disfrutar de una terraza, sobre todo en fin de semana.