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El deporte deja el salón y vuelve al gym

Los recintos preparan la reapertura con aforos más reducidos o clases individuales con cita previa - Muchos entrenadores siguen con las sesiones online: "Nos pidieron mantenerlas"

Instalaciones del Gimnasio Simón. // R.G.

Empezaron las peluquerías, lavanderías y tintorerías, luego llegó el turno de los restaurantes a domicilio, librerías o agencias de viaje y desde el pasado lunes tiendas de ropa, zapaterías u hosteleros tiene ya sus persianas levantadas. A estas últimas se les suman también algunos gimnasios o centros deportivos, que tomando las máximas distancias de seguridad posible, comenzaron a abrir sus instalaciones al público, de un en uno y siempre bajo cita previa. Un protagonista de ello es el entrenador personal David García Oterino, del centro de entrenamiento DGO.

Desde el día 11 de mayo, y a pesar de reconocer no ser muy optimista ante la desescalada, optó por la reapertura y desde entonces no hay hueco libre en su agenda. "Al ser las clases unipersonales, abrí mucho el abanico de horarios. Estoy trabajando desde las 07.30 hasta las 20.00 horas de la noche. Una hora con cada cliente y luego un tiempo para desinfectar y limpiar todas las máquinas que han podido utilizar. Al tener una instalación de más de 200 m2 no tenemos problemas para respetar la distancia; además dispones de dispensadores de gel, desinfección de zapatillas y si bien ellos no entrenan con mascarilla, yo sí la llevo siempre puesta", comenta García.

Reconoce que aunque buena parte de los clientes que acuden al centro ya eran socios antes de la cuarentena, un 20% de ellos son nuevos. "Muchos empezaron con el online y ahora prueban el presencial. Pero seguimos manteniendo las clases a través de nuestra página web o redes sociales y no solo porque haya funcionado muy bien, sino porque los propios deportistas nos lo han pedido. Yo lo veía como algo específico, una alternativa al cierre del local, pero me han pedido mantenerlo", reconoce el entrenador personal.

Un caso similar al de David García lo encontramos en el centro Studio G, que durante el confinamiento decidió cambiar de local y apostar por las clases y sesiones a domicilio, modalidad que ha decidido mantener mientras no logra ocupar una nuera instalación. "Preparamos muchísimos entrenamientos personales a domicilios. Lo entendimos como una alternativa que salió muy bien. La gente veo que cada vez se está preocupando más por su salud, por llevar una buena nutrición y hacer deporte de forma regular. Nosotros logramos mantener el 90% de los socios que teníamos y aún ganamos nuevos. Es más, tenemos lista de espera y ampliamos los horarios para atender a más público", explica Javier.

Otra apreciación en la que también coinciden es en el miedo que todavía tiene la gente ante el deporte tanto grupal como individual. "Muchos piden cita y luego la cancelan porque todavía no se ven con la suficiente confianza", explican desde Studio G. Precisamente bajo esta misma premisa se encuentran los dueños del Gimnasio Simón.

En su caso, todavía no han abierto al público pero sí están ya adecuando sus instalación para la reapertura y hablando con sus clientes o socios para conocer su intención de asistir en estas primeras semanas al recinto en Urzáiz. "Creemos que vamos a tirar con el 30 o 40% de los socios que tenemos. Vamos tener que limitar el aforo, y que no haya más de 5 personas como máximo en el gimnasio. Pero tenemos que mantenernos como sea, es un negocio familiar y vamos a estar preparados cuando podamos abrir", dice Simón González.

Entre las medidas que van a implementar en sus instalaciones destaca la toma de temperatura de los deportista así como una desinfección regular de las instalaciones. "Todavía tenemos muchas inquietudes sobre lo que se puede hacer y lo que no. Los vestuarios no se podrán usar, pero tenemos un solarium y si van de uno en uno no debería haber problemas, pero tampoco lo sabemos aún", recalca Simón González.

Siguiendo la estela de estas medidas y en el caso del centro de entrenamiento DGO, David García optó por dividir el espacio en cinco zonas diferentes que serán empleadas alternadamente por cada cliente. "Así hay un margen mayor de desinfección y el deportista que entre a las 17.00 horas no se ejercitará en el mismo punto que el de las 16.00 horas, por ejemplo", concluye.

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