Medicina Interna es el "eje sobre el que pivota" la atención a los ingresados con Covid-19 no críticos. El presidente de la sociedad gallega, el doctor Javier de la Fuente, vive esta crisis también al frente del servicio en Povisa, por cuyas camas han pasado más de 150 infectados. Analiza la situación actual con un "optimismo muy prudente que no puede llevar a bajar la guardia de ninguna manera".
-¿Cuál es la situación actual en Povisa con respecto al Covid-19?
-Estamos con números claramente mejores. En los últimos días, apenas hemos tenido casos nuevos. Parece que entra en remisión.
-¿A cuánto esperaban llegar en cantidad de pacientes y cuál ha sido el máximo al que han llegado?
-Esperábamos tener un máximo de 110 o 115 pacientes ingresados y hemos llegado a 80.
-Ha sido mejor la realidad que las previsiones. ¿A qué se debe?
-Ha sido un poquito mejor. Seguramente, influyeron las medidas de confinamiento y que se están siguiendo estrictamente las recomendaciones. Además, en Galicia creo que se ha hecho un mayor muestreo. También, la aglomeración de la población es diferente a otras regiones y hubo una menor extensión del virus.
-¿Tienen miedo a repuntes?
-Es inevitable tener cierta desconfianza. Nos enfrentamos a una enfermedad nueva, en la que la transmisión en fases previas a los síntomas es importante. Uno siempre tiene miedo de que vuelva a haber acasos asintomáticos transmitiendo la infección y que irrumpa luego de forma virulenta como ya ha ocurrido. Creo que estamos más sensibilizados todos, tanto los sanitarios y autoridades como la población. Y, si somos capaces de mantener las medidas de higiene y aislamiento, es probable que la incidencia sea menor. Se verá muy influido por la capacidad de detección. En Vigo tenemos la fortuna de tener buen equipamiento.
-La sociedad tendrá que adaptarse a convivir con el nuevo virus. ¿Los hospitales también? ¿Se mantendrán circuitos separados y plantas aisladas?
-De entrada, va a tener que ser así. Hay mundo más allá del Covid-19. Hay multitud de pacientes que tienen que ser atendidos y con las máximas medidas de seguridad. En ausencia de una vacuna o de un tratamiento que se demuestren eficaces, la prevención tiene que seguir. No van a ser ni mucho menos los recursos destinados que hasta ahora, pero, por lo menos los primeros meses, habrá que mantener los circuitos y áreas diferenciadas, pero la dimensión va a ser cada vez menor. Hasta ver los estudios epidemiológicos y cómo evoluciona la enfermedad.
-¿Qué es lo que está siendo más complicado para ustedes en la atención al paciente Covid-19?
-Tenemos el 25% que hace dos semanas. Lo más complicado es estar muy pendientes del deterioro, que puede ser abrupto, y el soporte ventilatorio. Luego, está la parte del manejo. Los EPI son impermeables y aumentan mucho la temperatura.
-¿Han visto evolución en los tratamientos?
-No tenemos un tratamiento claramente que cure, pero sí hemos visto que la hidroxicloroquina tiene efecto. Además, hay una fase que se llama viral, de replicación del virus, y una segunda que tiene que ver con la respuesta inmune, que es exagerada o distorsionada en algunos. Hemos visto que cuando nos adelantamos a esta última con una medicación que es inmunosupresora o inmunomoduladora, pasan menos a la UCI. Hay menos complicaciones y mortalidad, sin que esto sea la cura. Otros ya llegan complicados, pero las tasas de mortalidad en Galicia son inferiores a las de Madrid o Barcelona.
-¿Y a qué lo atribuye?
-A varias cosas. Una de ellas es que, cuando hay una llegada masiva de pacientes a los hospitales y se producen limitaciones en el acceso a respiradores, puede comprometer el funcionamiento. En Pontevedra hemos tenido un trabajo intensivo, pero no hemos estado colapsados.
-¿Cuál es el perfil del paciente?
-Hemos tenido de todas las edades ingresados con neumonía. El grupo en el que empezamos a ver problemas es a partir de los 50 años y con una carga de morbilidad de enfermedades asociadas no muy importante.
-Así que la gente no debe relajarse por no tener otras enfermedades.
-Exactamente. No se debe confiar uno si no las tiene, porque más del 70% de los pacientes que hemos visto no tienen comorbilidad asociada. Nadie se debe relajar, sobre todo las personas con edad.
-¿Cómo ve la desescalada?
-Tendrá que ser progresiva y el grado de concienciación de la sociedad va a ser definitivo para tener éxito. Lo fundamental será mantener el aislamiento, el lavado de manos y cara y el uso de mascarillas en espacios comunes, no como protección sino para impedir la diseminación.
-¿Está llevando a cabo estudios?
-Estamos participando en varios registros a nivel nacional y analizando los datos de nuestros pacientes. Es fundamental hacer investigación.
