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Las autopsias se reducen al mínimo

La norma en Vigo es evitar en lo posible las necropsias, limitándose a reconocimientos externos o disecciones poco invasivas si es preciso | En ningún caso se hacen a fallecidos de Covid-19

La sala de autopsias del Hospital Nicolás Peña de Vigo. // M.G.B.

Antes de que el coronavirus lo cambiase todo, en la aséptica sala de autopsias del Hospital Nicolás Peña de Vigo la actividad era constante. La última estadística publicada, la de 2018, evidencia que se hicieron en la ciudad 377 necropsias de cadáveres, una media de una al día, no solo para esclarecer muertes violentas, sino también de aquellos fallecimientos por causas naturales que se producen de forma inexplicada o al menos inesperada. Pero, como está ocurriendo en todo tipo de ámbitos, estos exámenes patológicos también se han visto afectados por la irrupción de la pandemia. La sede viguesa del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) no es una excepción. De partida, hay una cuestión clara, por el riesgo biológico de contagio para los médicos forenses y, por tanto, de propagación del virus: en ningún caso se hacen autopsias a fallecidos por Covid-19. Y en el resto de casos, la norma general es evitarlas en la medida de lo posible y realizar solo las imprescindibles.

"El objetivo es evitar riesgos para todo el mundo", afirma José Luis Gómez, jefe de sección de Patología Forense en el Imelga de Vigo. Y no solo habla del peligro al que puedan estar expuestos los propios forenses al diseccionar un cuerpo, sino todas aquellas personas que intervienen cuando hay que llevar un cadáver hasta el hospital donde está la sala en la que se efectúa esta labor, tras lo cual se requiere un nuevo traslado al tanatorio. Con esta premisa, a ninguno de los fallecidos en la ciudad por coronavirus se le está realizando la autopsia. "Está prohibido", asevera.

Pero la grave crisis sanitaria actual afecta también al resto de necropsias, que se tratan de reducir al mínimo. "En muchas muertes por otras causas no es descartable que esa persona pueda tener además coronavirus; antes de la pandemia, al hacer autopsias a veces ya te encontrabas, sin existir sospecha, con neumonías; ahora, evidentemente, el riesgo es mayor", explica Gómez. Así que, como norma general, durante esta época no se realizarán autopsias de todas esas defunciones naturales en las que, hasta la irrupción de la pandemia, intervenían con frecuencia los forenses.

En Vigo, de hecho, estas muertes naturales suponen más de la mitad de todas las que se practican: 201 frente a 176 por causas violentas según la última estadística anual. Pese a estar exentas de cualquier atisbo de criminalidad, les corresponden a los forenses porque son fallecimientos en los que, a priori, no hay una explicación clara de la causa: muertes súbitas de jóvenes aparentemente sanos o sencillamente inesperadas de personas de las más diversas edades que sí tenían patologías previas, pero que no parecían indicar un prematuro deceso. En la gran mayoría de estos casos los exámenes forenses acababan descubriendo enfermedades cardiovasculares.

¿Qué ocurre ahora con estas muertes? "Las muertes naturales las están certificando los médicos de cabecera; yo coordino en Vigo esta cuestión con los facultativos de atención primaria y el 061", afirma el jefe vigués de Patología Forense, que ahonda en que, gracias al teletrabajo, desde su casa puede acceder a las historias clínicas de los fallecidos. La actividad de los forenses en estos casos se limitaría, de ser preciso, a un reconocimiento externo del cuerpo. "Y solo en casos concretos, si es necesario, cabría una autopsia mínimamente invasiva: si hay que hacer un estudio cardíaco, pues limitarse a eso", refiere.

Valorar las "circunstancias"

En el caso de las muertes violentas que sí certifican los forenses -las más frecuentes son las accidentales y las suicidas-, en el momento actual hay que "valorar las circunstancias". De nuevo para minimizar riesgos, se debe evaluar si es posible evitar una autopsia al uso, realizando un reconocimiento externo del cuerpo, recogida de muestras o en todo caso una disección poco invasiva. Si hay que abordar la necropsia tradicional, José Luis Gómez indica que deben extremar al máximo las precauciones. "Ya en condiciones normales trabajamos con equipos de protección; hay numerosas enfermedades infectocontagiosas y, por ejemplo, si un fallecido tiene hepatitis C, cualquier corte o accidente en la autopsia puede ser causa de un contagio", detalla el experto. Ayer sí se hizo la autopsia de un bebé fallecido por causas que aún están en investigación.

En definitiva, los forenses de Vigo, en esta situación excepcional, están siguiendo las directrices del Imelga, de la Organización Médico Colegial de España -que indica que la intervención judicial de estos profesionales debe limitarse a las muertes violentas- y por el Ministerio de Sanidad.

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