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El coronavirus rompe la racha récord del turismo vigués, que confía en salvar el año

Hoteles y hostelería prevén un "pinchazo" en verano - Esperan que el atractivo del destino, su bajo coste y la falta de aglomeraciones ayuden a las Rías Baixas

Terrazas de los bares de Montero Ríos cerrados por el estado de alarma. // R. Grobas

El Covid-19 ha gripado el motor del turismo, el mismo que lleva tiempo permitiendo a los hoteles de Vigo cerrar ejercicios con crecimientos récord y revalidar sus marcas históricas de visitantes y pernoctaciones. El estado de alarma decretado por el Gobierno ha hundido ya el balance de marzo y abril, abortado la campaña de Semana Santa y postergado citas relevantes para la hostelería, como la feria industrial Navalia, que se ha trasladado de mayo a octubre; o los viajes de negocios que dan aire a los hoteles en temporada baja. Las expectativas para el resto del año tampoco son nada halagüeñas. Aunque el sector reconoce que el resultado de la segunda mitad de 2020 dependerá en gran medida de cuánto dure el confinamiento y las repercusiones económicas del Covid-19, sus portavoces dan por hecho ya que no se alcanzarán las cifras del ejercicio pasado. De confirmarse sus previsiones -en sintonía con las del resto del país- será la primera vez desde 2013 que los alojamientos se despidan de un año con un balance negativo.

A lo largo de 2019 los hoteles acogieron 427.900 visitantes que pagaron por 947.500 noches, cifras de récord, las mejores desde al menos 2005 y que arrojaban crecimientos del 65% en poco más de un lustro. Salvo un milagro, 2020 romperá esa curva. Los datos de enero y febrero del INE revelaban ya ligeros descensos que se multiplicarán con el Covid-19. "Hay nubarrones en el horizonte. Es indudable que este no va a ser un verano normal", reconoce Jaime Pereira, presidente de Ahosvi. Al confinamiento suma el efecto del miedo a las aglomeraciones y a viajar, las repercusiones económicas de los ERTE y del cierre de negocios, el aumento del desempleo, el aplazamiento de ferias y festivales... "En julio solemos tener más o menos un 70% de ocupación y en agosto un 80%. Hacer previsiones resulta complicado, pero probablemente este año bajen", confiesa Pereira.

En una línea similar, César Sánchez-Ballesteros, presidente de la federación de hosteleros de la provincia (Feprohos), prevé también una caída en el turismo extranjero y reconoce la "incertidumbre" en la que se encuentra sumido el sector. "La hostelería va a sufrir mucho y arrancar va a ser muy complicado" -reconoce el también presidente de la asociación provincial de alojamientos, Asehospo- "Este verano no será comparable con los anteriores".

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¿Da por perdido el sector el año? ¿Y la campaña de verano? "No", coinciden Pereira y Sánchez-Ballesteros. Aunque lo que ocurra dependerá en gran medida de las próximas semanas, la evolución de la pandemia y las medidas de restricción y apoyo adoptadas por el Gobierno, el sector reconoce que destinos como las Rías Baixas pueden sufrir menos las consecuencias de la crisis que otras ciudades con más tradición turística. El motivo: Vigo es un destino conocido, con playa y buena gastronomía, pero económico, con pocas aglomeraciones, al que resulta fácil llegar y que depende en una medida muy baja del visitante extranjero. Ese "cóctel" de factores podría paliar en parte el daño ocasionado por el Covid-19 y un probable desplome del turismo internacional, que en el caso de Vigo tampoco se verá favorecido por su red de transportes. A raíz de la pandemia, Peinador, por ejemplo, ha visto cómo su parrilla de enlaces se reducía a mínimos históricos.

"La gente quiere salir y creo que el turismo se reactivará pronto", avanza Diego Otero, de la Asociación de Agencias de Viaje. José Domingo, del área de cátering de Feprohos y responsable de la firma Don Pepe -una de las más importantes del sector en la comarca- señala que su colectivo podría facturar cerca de un 65% menos que en 2019 por la cancelación de eventos. Aunque el escenario es delicado, Domingo apostilla que hay citas que se mantienen para el verano y clientes "expectantes". Menos optimista es Itos Domínguez, presidenta de la Asociación de Hosteleros del Casco Vello. "La gente tiene miedo", lamenta. Una de las claves que apunta es el efecto de la crisis sobre el calendario de ferias y conciertos.

Ayer los organizadores del Vigo SeaFest anunciaron ya que la cita no se celebrará en 2020. La cuarta edición deberá esperar a la segunda semana -del 9 al 12- de julio de 2021. "Si bien estamos convencidos de que la crisis se resolverá en un período razonable, durante los próximos meses Arvi seguirá centrando sus esfuerzos en asegurar la actividad y el futuro de sus asociados, por lo que sería difícil acompasar este esfuerzo con la preparación que requiere el SeaFest", razonan.

C. Sánchez-Ballesteros - Federación de Hosteleros

"La hostelería va a sufrir mucho y el arranque va a ser complicado"

Jaime Pereira - Asociación de Hoteles

"Hay nubarrones, pero no doy la campaña estival por perdida"

Diego Otero - Agencias de Viajes

"Quiero ser positivo. Creo que el turismo se reactivará pronto"

José Domingo - Cáterings de la provincia

"Hay cancelaciones, pero si mantenemos lo que queda se puede salvar el año"

Itos Domínguez - Hostelería Del Casco Vello

"El verano pinta mal, se anulan eventos y la gente tiene miedo"

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