Igual que el resto de cuerpos policiales, la Policía Local de Vigo está volcada en las labores de control encaminadas a que se cumplan las directrices del Real Decreto del Gobierno central y, por tanto, que los ciudadanos no salgan de sus domicilios salvo en las contadas excepciones permitidas. El desplome de los accidentes de tráfico y la caída de ciertos delitos bastante habituales en condiciones normales, como robos o hurtos, facilitan a los agentes centrarse en la vigilancia a la que obliga el estado de alarma. Pese a ello, y a la clara disminución de la siniestralidad vial, durante estas primeras semanas de confinamiento los agentes municipales han continuado detectando a conductores que pilotan bajo efectos del alcohol: concretamente a 8, uno de ellos un motorista que sufrió uno de los pocos accidentes registrados.

Esta cifra de alcoholemias positivas -de las que tres acabarán en el juzgado previsiblemente para juicio rápido al superar la tasa de 0,60- es en todo caso bastante menor a la que habría en condiciones normales. En febrero, en el mismo período que el analizado en marzo, el número de automovilistas que dieron positivo en la prueba de alcohol ascendió a 22 y además hubo otros 18 que arrojaron idéntico resultado, pero en el test de detección de drogas.