El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció el domingo la suspensión de toda la actividad demorable en los hospitales gallegos, incluidas las cirugías. En el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) llevaban trabajando desde el viernes en esta posibilidad. Así, esta medida se tradujo desde el inicio de la semana en un desplome de las operaciones programadas de alrededor del 75%. Pero no solo estas. También está cayendo el número de cirugías urgentes, muy probablemente, por el miedo de la población a acercarse a los centros sanitarios. No están llegando ni casos de apendicitis.

Los quirófanos del Álvaro Cunqueiro y el Meixoeiro estuvieron prácticamente vacíos el lunes. Frente a las 136 operaciones programadas que hacen de media en un día normal, solo realizaron 16 -cinco de ellas ambulatorias-. Una caída del 88%. Al día siguiente, se operó algo más: a 44 paciente -27 se quedaron hospitalizados y 17 regresaron a sus casas-.

En la actividad programada, solo se está operando cirugía preferente. Principalmente, cánceres. Pero incluso se está proponiendo a familias de pacientes mayores demorar estas intervenciones por las posibles complicaciones y sus consecuencias en un escenario como el actual, siempre que el caso así lo permite.

Lo que está sorprendiendo a los profesionales es que, en menor medida, pero también están cayendo las operaciones urgentes. El lunes se realizaron diez y el martes 11, cuando lo normal es no bajar de 15 y rondar las 20. Cirujanos generales comentaban con asombro cómo no están llegando a las urgencias del Álvaro Cunqueiro casos de apendicitis. Están esperando a tener cifras, pero tienen esa "sensación". Especulan con la posibilidad de que, por temor a contagiarse, gente con estos síntomas no acuda a urgencias. Tienen miedo a que les lleguen luego los casos agravados, peritonitis. Es algo que no solo está sucediendo en Vigo, sino que en redes sociales están compartiendo la misma experiencia en otros hospitales españoles como el Ramón y Cajal.

Con la actividad de quirófano tan ralentizada, algunos servicios ha propuesto a la Dirección realizar un sistema de turnos para poder reservar a profesionales en sus casas, en previsión de lo que pueda llegar: bajas de sanitarios infectados y la necesidad de apoyar a otros servicios como urgencias, las plantas de medicina interna y neumología o las unidades críticos.

Mientras tanto, varios de ellos han tomado la decisión de sectorizar a sus trabajadores. Los han dividido en tres grupos: los que se encargan de consultas, los de cirugías y los de plantas. Y no se mezclan ni para reuniones o sesiones. El objetivo es que si se infecta un miembro, solo haya podido transmitir el virus a su grupo.

Por el momento, el trabajo no falta, revisando todos los casos citados para decidir cuáles no son demorables y al resto, retrasarlos o atenderlos por teléfono. También se están actualizando en diversas materias, como el manejo de equipos de protección.