La población ha empezado a evitar aquellos puntos en los que considera que puede haber una mayor posibilidad de contagio del nuevo coronavirus. Lo demuestra el descenso en el número de personas que han recurrido al Servicio de Urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro desde el pasado jueves tras la llegada del virus. La noche anterior había salido a la luz el caso de la primera persona aislada en el complejo de Beade por haber arrojado un positivo en la enfermedad Covid-19 en las pruebas realizadas en el laboratorio del Meixoeiro.

E Centro Nacional de Microbiología confirmó el contagio de este varón y el de su mujer el jueves. Ese día, la sala de espera de las urgencias del hospital ya se había vaciado bastante con respecto a días anteriores. De los casi cuatro centenares de adultos que cruzaron la puerta el jueves -en concreto, 397 de medianoche a medianoche-, se desplomaron a poco más de 300 al día siguiente -313-. Una quinta parte menos.

Desde entonces, el número de pacientes que han recurrido a este servicio se han quedado por debajo de la media del mes, estimada en 337 atenciones diarias. Salvo el lunes, que lo superó por poco -353 adultos-. Algo esperable, ya que es el día de la semana que más visitas se suelen recibir.

Al haber diferencias en la demanda según el día de la semana, para examinar con mayor precisión este descenso es conveniente comparar por jornadas. Así, este lunes 9 de marzo hubo 58 casos menos que el anterior lunes. Un descenso del 14%, muy similar al del domingo 8 de marzo, que se desplomó un 15% con respecto al día 1, con 44 pacientes menos.

De todo el mes, este último domingo fue precisamente la jornada con menos afluencia. Tan solo acudieron al servicio 245 personas. Un 27% por debajo de la media de marzo. La presión ya había caído algo en semanas anteriores por la estabilización de la onda de la gripe. Si los profesionales vieron en enero una media de 412 adultos al día, en febrero ya bajó a 381.

En marzo, en cambio, el descenso se puede atribuir ya al miedo al contagio por coronavirus, pues se produjo una estabilización de los casos de gripe en la última semana de febrero. Además, la noticia del primer positivo empezó a circular el día 4. El martes 3 y el lunes 2, la cifra de pacientes todavía superaba los cuatrocientos, muy por encima de la media a partir del miércoles, que se desploma en cien casos -305-.

La evolución en las urgencias pediátricas, en cambio, no sigue la misma pauta. Se mantuvieron en torno a los 90 casos entre semana y se dispararon el fin de semana -el sábado casi se duplicaron- como, por otro lado, suele ser habitual. Los padres recurren al servicio de Beade cuando no pueden ir a los facultativos de los centros de salud.

En el Servicio de Urgencias del Álvaro Cunqueiro creen que esto demuestra que hay visitas evitables empleando otros recursos asistenciales. Al equipo le viene de maravilla el descenso de los casos en adultos en estos momentos, ya que los que cada día les llegan por sospecha de coronavirus y con los que se activa el protocolo, les originan mucho más trabajo de lo habitual. Deben invertir más tiempo ya solo en la colocación de los equipos de protección individual. Así, aunque los pacientes hayan descendido, su carga no.

Un ejemplo son los dos pacientes que desde la noche del lunes y hasta ayer por la mañana mantuvieron aislados en Urgencias -una treintañera y un varón de mediana edad, residentes en el área sanitaria-, por presentar una clínica compatible y mientras el laboratorio del Meixoeiro procedía a realizar las pruebas para una primera confirmación del contagio. No fue así: los resultados fueron negativos, al igual que los de otra docena de personas en la mañana de ayer.