La calle Pizarro se ha convertido en cuestión de meses en un embudo que provoca cada día considerables retenciones de vehículos. Por un lado, desde las obras de las rampas de Gran Vía, ha pasado a ser una de las principales escapatorias, lo que ha multiplicado el tráfico. A mayores, la construcción de la senda ciclista -todavía sin inaugurar en este segmento- le ha robado un carril de circulación.
Para tratar de redistribuir los flujos y descongestionar este vial, la calle Puerto Rico, que tiene dos carriles de circulación en su tramo más próximo a Santa Rita y que pasa a tres en la parte final, todos ellos en dirección a Plaza de España, pasará a ser de doble sentido. La medida se pondrá en marcha dentro de una semana: el 28 de febrero.