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Anpas y Concello recelan del instituto en los juzgados y exigen ya el de Navia

La federación de asociaciones de madres y padres lo acoge con "total escepticismo" y el alcalde afea la idea de la Xunta

Vista del edificio de los juzgados de la calle Lalín. // Ricardo Grobas

El proyecto de la Xunta de Galicia para convertir uno de los actuales edificios judiciales de la calle Lalín en un instituto de secundaria para 700 alumnos ha sido acogido como una "ocurrencia" por parte del Ayuntamiento y más bien con frialdad por parte de la comunidad educativa. "Total escepticismo", es la frase empleada por Foanpas (Federación Olívica de Asociacións de Nais Pais e Alumnos) ante los planes, revelados por FARO, de introducir una nueva infraestructura docente en la ciudad. Escepticismo "doble" ,además. Reunidos ayer para valorar la iniciativa, la Federación deja patente su recelo ante la convocatoria de autonómicas - "los anuncios solo son promesas, no realidades"- y vuelve a exigir un mapa escolar en base a un estudio técnico que reparta los recursos existentes "de forma justa y planificada". "Llega muy tarde ya, y por lo tanto, no puede seguir siendo una promesa", protestan.

No otorgan demasiado crédito desde Foanpas a la apertura de un IES de "nivel 4" en el bloque judicial, cuando se haya completado el traslado de los tribunales a la Cidade da Xustiza. "Ya escuchamos anuncios similares. En la anterior campaña electoral se anunció, por ejemplo, en varias ocasiones, la construcción de un instituto en Navia". La Xunta, además de puntualizar que en han venido cocinando la propuesta desde hace meses, ha otorgado al nuevo IES un papel de desatascador de las aulas de cuatro institutos de la zona, sin llegar a descartar el de Navia para cuando se haya sellado la aprobación final del PAU. Para Foanpas, además, la pugna sigue siendo la distribución territorial de la enseñanza. "Nuestro objetivo es claro: sacar adelante un nuevo proyecto de zonificación". Y solo cuando esto sea una realidad, concluyen, "tendremos algo que celebrar".

En la misma línea el Ayuntamiento instó ayer a la Xunta a dejarse de "ocurrencias". "Cada día dicen una cosa distinta, van de ocurrencia en ocurrencia porque están nerviosos; esto es campaña electoral", despeja el alcalde, Abel Caballero, a quien tampoco convence la ubicación. A su entender, un instituto "debe tener dotaciones deportivas y allí no hay espacio, además que en esa zona ya hay dos IES". La alternativa, pues, es conocida: "La Xunta tiene que hacer un instituto en Navia". El jefe del ejecutivo municipal así se lo trasladó en una propuesta de convenio a San Caetano para asegurar el centro antes de dar el visto y place el PAU.

El Partido Popular, por su parte, no desaprovechó ayer la oportunidad de acusar a Caballero de utilizar como "rehenes" a los vecinos de Navia por querer condicionar el desbloqueo del PAU al centro educativo. "No puede condicionar la construcción de 1.600 viviendas protegidas a precio asequible y además él sabe perfectamente que no puede hacerlo. Es otro capítulo más de su política de propaganda", denunció su portavoz, Alfonso Marnotes. La edil Teresa Egerique agradeció a la Xunta su implicación con la educación en Vigo, tras lanzar la propuesta del instituto en la calle Lalín.

La demanda educativa crece

Salpicada de escepticismo está igualmente la opinión de Ana María Martínez, presidenta de la asociación de vecinos de Navia Vigo Novo. A Martínez la noticia del nuevo instituto le parece "positiva", pero reconoce con pesar que no va a ser "para ya". "Nos parece una buena iniciativa; podría descongestionar toda esta zona. La población que tenemos en Navia es joven, con 3.000 menores de edad. Hay unos 650 niños entre 11 y 15 años, solo en Teixugueiras. El recurso educativo no es necesario, es lo siguiente. Vamos a tener el doble de niños en educación secundaria en cuatro años ", cuenta.

Al igual que Foanpas, la asociación vecinal, que espera respuesta escrita a alguna de las 2.000 alegaciones formuladas al PAU, está muy pendiente del mapa educativo que tendrá que pergeñar la Xunta. Solo reclama que, fruto de esa necesaria descongestión de centros, las niñas y niños del barrio tengan facilidad para ir caminando a sus aulas.

Ayer mismo, las familias del CEIP Castelao enviaron un mensaje de alarma por el "trato discriminatorio" que a su entender están sufriendo sus hijos, a la hora de dar el salto de Primaria a la ESO; y su "preocupación y descontento por la falta de servicios educativos en el barrio de Navia". Ese tránsito del colegio al instituto, según denunciaron ayer, no se está produciendo al IES Alexandre Bóveda, el teóricamente asignado, sino que "de un modo totalmente arbitrario la adscripción se cambió al IES de Valladares, a casi una decena de kilómetros de distancia, como viene denunciando frecuentemente el Concello. Y el problema, lamentan, viene de viejo. "Cuatro años después seguimos en la misma situación porque la administración pública no hizo su trabajo, reordenando el mapa escolar de Vigo", zanjan.

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