La litigiosidad laboral está al alza en Vigo. No como en la época de la crisis, cuando los balances anuales dejaron cifras de actividad nunca antes vistas, pero lo suficiente como para evidenciar que los juzgados de lo Social trabajan muy por encima de lo que el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) considera razonable. El presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), José María Gómez y Díaz-Castroverde, destacó esta semana esta jurisdicción como una de las de la ciudad que necesita ser dotada de más órganos judiciales y medidas de refuerzo. Y eso pese a que hace poco que arrancó el sexto tribunal de esta materia, que sin duda aliviará al resto de salas, pero que sigue sin ser suficiente para que se puedan acomodar a los módulos recomendados. Lo cierto es que a día de hoy la agenda de señalamiento de varios de estos juzgados son un fiel reflejo del volumen de asuntos que soportan. Dos salas ya están fijando juicios en la primavera de 2021, a más de un año vista, y otra pronto lo hará porque van por diciembre de este 2020.
Con la última creación, Vigo cuenta ahora con seis juzgados de lo Social. Y continúa funcionando el tribunal de refuerzo, pero ya no registra asuntos nuevos. Se dedica a enjuiciar y sentenciar todos los que tiene pendientes. Que no son pocos. Porque esta sala es una de las que ya señaló juicios en 2021. Su agenda llega hasta mediados de marzo del próximo año. Pero como dejaron huecos libres para asuntos urgentes y ya no tienen más vistas que fijar, las fuentes consultadas no descartan que muchos procedimientos colocados para dentro de más de un año se puedan adelantar a este 2020. Una vez den respuesta a todos sus casos, esta sala de apoyo que arrancó en 2013 desaparecería, si bien todavía no se sabe la fecha en que lo hará.
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Junto al tribunal de refuerzo, el otro que también ha tenido que derivar juicios para el próximo ejercicio es el Juzgado de lo Social 3. Ya tiene vistas en varias fechas de abril de 2021. Y el número 5 aún no llegó a ese año, pero le falta poco. Va, en su agenda, por mediados del próximo diciembre. En todo caso, como es preceptivo, las salas dejan huecos libres para poder poner ahí los juicios de los litigios urgentes y que, por tanto, no pueden esperar demasiado a acabar en una sala de vistas. Es el caso de los despidos o las impugnaciones de altas médicas, entre otro tipo de procedimientos.
Frente a la situación de estas salas con sus agendas ya saturadas durante un largo período de tiempo, otros juzgados laborales vigueses están, pese a la alta litigiosidad, más al día. Un claro ejemplo es el Juzgado de lo Social número 1, que apenas tiene retraso. Los últimos juicios que se señalaron en este órgano se celebrarán en marzo, dentro de dos meses. En Social 2 están empezando a poner juicios en junio y en Social 4 están fijando vistas en julio. No trascendió la situación del nuevo tribunal, el 6, que se puso en marcha el 30 de septiembre: desde esa fecha y hasta el 31 de diciembre contabilizó algo más de 500 asuntos, una cifra elevada para tan corto período de tiempo pero que tiene su explicación en que durante un mes registró todos los litigios laborales que entraron en la ciudad para liberar durante esas cuatro semanas al resto de salas. De hecho, en una de ellas destacaban ayer que esta medida fue positiva, ya que les permitió sacar adelante bastante trabajo "pendiente".
Tras la crisis económica hubo un descenso de casos, lo que redujo la cifra global a poco más de 5.000 anuales, pero las demandas empezaron a repuntar a partir de 2016. En este 2019 que acaba de quedar atrás el balance ya se aproximó a los 6.000 asuntos.
