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Sorpresa en el aparejo: ¿Ancla antigua o no tanto?

Un pesquero descarga en Vigo un áncora de 2,5 metros con cepo de madera hallada en aguas de Ons

El ancla sobre la rampa de O Berbés // Marta G. Brea

Cada vez que un pesquero se topa con algún objeto peculiar al izar el aparejo lo habitual es que acabe de vuelta al fondo del mar o un tripulante se lo lleve para casa. Es el procedimiento inconfesable que se practica a bordo, por más que lo nieguen. El problema surge cuando la sorpresa mide mucho y pesa demasiado para decorar el salón o el jardín, y además, sus características infunden cierta sospecha de pertenecer a algo tal vez extraordinario que aconseje informar a las autoridades.

Esto último debió pensar el patrón del Andreu Tres, un cerquero de Cesantes con base en Vigo que en la madrugada de este martes localizó un ancla metálica de 2,5 metros de largo con cepo de madera cuando faenaba en Os Camoucos, unos bajos rocosos cercanos al faro de la isla de Ons -en el interior de la Ría de Pontevedra- y también de donde yacen los restos del pesquero hundido en 1975 Cordero GonzálezCordero González. No le falló el olfato histórico. Desde que decidió traer la pieza al puerto de O Berbés, donde permanece sobre la rampa situada frente al edificio de la Autoridad Portuaria, los arqueólogos están desconcertados.

Por ese elemento de madera junto a una anilla tan redondeada así como las uñas desiguales podría corresponderse con un ancla perteneciente a un buque de los siglos XVII o XVIII. Pero los expertos no lo tienen nada claro. Como Ramón Patiño, para quien "si bien el cepo metálico es más moderno, con cepo de madera puede ser del siglo XIX aunque sin descartar que proceda del XVIII pero es que las de esta época eran más grandes".

Tal vez la respuesta podría venir de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta a la que el Puerto ha informado del hallazgo del áncora a la espera de que decida su traslado. Y no parece tener mucha prisa. De momento, allí sigue, arrinconada en la rampa.

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