Una multa de 1.440 euros por un delito de coacciones al exmarido de su mejor amiga de la infancia y el pago de las costas judiciales. Esta es la condena impuesta por el Juzgado de Penal 2 a una vecina de Vigo que confesó haber influido en el comportamiento de su propia amiga -que padece trastornos delirantes y a quien los médicos del Hospital Cunqueiro le prohibieron visitar, tras comprobar que la manipulaba- y en el de dos de los cuatro hijos de ésta, a los que inducía a llamar a su padre, dictándoles lo que debían decir o bien escribiéndoselo, para reclamarle dinero.
La sentencia, alcanzada por conformidad, recoge que ella misma comunicó al progenitor que dos de los niños estaban ingresados muy graves en el Hospital de A Coruña, e incluso le amenazó con avisar al armador para el que trabajaba, o a la hija de éste, para que lo despidieran: "El acogimiento temporal de tu hijo lo tengo yo te guste o no te guste... El niño es mío... Y esto se lo voy a contar a la hija del armador. Y al armador le voy a mandar todo lo que tenemos para que sepa quien eres".
Uno de los mensajes que escribió para que el niño de 13 años le leyeses a su padre en notas de voz en agosto de 2018 dice: "Eres un valiente desgraciado, como nos pase algo a mi, a mis hermanos, a mi madre o a mi tía (en alusión a la acusada y madrina de uno de sus hermanos). Y tengas o hayas firmado algún papel en menores para que nos perjudique, prepárate porque yo personalmente voy a hablar de todo lo que nos has hecho a nosotros y a mi madre. Mamarracho... Que sepas que lo vas a pagar muy caro, tu familia también".
El niño de 5 años, según recoge el fallo judicial, reproducía por teléfono lo que la condenada le susurraba mientras hablaba con su progenitor: "Mami y los hermanos necesitan dinerito para comer... Todas las noches duermo con la madrina, abrazado, a ti no te quiero". También le dijo: "Pásanos el dinero mamarracho, te voy a dar un puñetazo, mis hermanos y yo no te queremos, hijo de puta, cagón..."
El acuerdo de conformidad alcanzado entre la acusada y la Fiscalía, que inicialmente solicitaba 2 años de prisión para ella, le permitió eludir la cárcel y rebajar la pena tras su confesión de un delito de coacciones.
La magistrada condena a la mujer a 12 meses de multa con una cuota diaria de 4 euros. La sentencia es definitiva y firme ya que tanto el Ministerio Público como la acusad se comprometieron a no recurrir el fallo en la vista oral dado que se trata de un acuerdo de conformidad.