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PSA exigirá contención salarial a la plantilla y un mayor recorte de costes a sus proveedores

El futuro de la primera industria viguesa

PSA exigirá contención salarial a la plantilla y un mayor recorte de costes a sus proveedores

Bueno avisa de que una "deriva salarial nos penalizaría" frente a otras plantas competidoras y reconoce que el grupo presiona con Marruecos - Carga contra los fabricantes de componentes "que pagan más que nosotros"

PSA mantendrá la receta que ha permitido al grupo automovilístico francés recuperarse en tiempo récord de pérdidas milmillonarias milmillonariasy consolidarse como segundo productor de coches europeo y a la planta de Balaídos conservar las dos líneas de producción y cargarlas de modelos superventas: menos costes y más flexibilidad. Lo aseguró ayer el director de la factoría de Balaídos, Ignacio Bueno, en la Tribuna del Círculo de Empresarios de Galicia, en la que desgranó las principales amenazas que se ciernen sobre el sector y recordó que en los próximos meses la empresa contratará a 1.200 trabajadores para el lanzamiento del nuevo Peugeot 2008. Bueno recalcó que pese a los altos volúmenes de producción que se podrían alcanzar el próximo año -más de 500.000 vehículos por primera vez desde 2007-, la empresa volverá a exigir contención salarial a sus trabajadores -una declaración de intenciones ante la próxima negociación del convenio colectivo, que arranca en unos meses- y un recorte mayor de costes a su panel de proveedores. "Es inaudito que haya proveedores que paguen más que nosotros. Habrá consecuencias", avisó.

El directivo aragonés señaló que Vigo vivirá una situación "atípica" en 2020 porque coincidirán en el tiempo el éxito comercial de las nuevas furgonetas (Berlingo-Partner/Rifter-Combo-Proace City) y el lanzamiento del nuevo todocamino 2008, lo que llevará probablemente al centro a una producción diaria de 2.300 coches, bordeando los volúmenes récord de antes de la crisis, tanto de fabricación como de empleo, mientras que en otras plantas españolas como las de Renault ya se están anunciando despidos (más de 500 en las de la firma del rombo) para adaptarse a un brusco descenso en la demanda de coches por la ralentización económica, las incertezas respecto al futuro de los motores de combustión, un posible Brexit duro y las guerras comerciales. Por eso Bueno insiste en la receta de contención salarial y mayor flexibilidad. "El coste salarial representa el 50% de nuestro valor añadido. Una deriva salarial nos penalizaría", admitió frente a un centenar de empresarios en la sede del club.

El mensaje llega apenas unos meses antes de que se inicien las negociaciones del nuevo convenio colectivo de la mayor empresa del sur de Galicia. Y choca con las pretensiones anunciadas por todas las centrales sindicales con representación en el comité de que ya es hora de recuperar lo perdido durante la crisis, cuando la plantilla se ajustó el salario, renunció a derechos y aceptó una mayor flexibilidad laboral para llenar las líneas con nuevos modelos por los que competían otras plantas como las de Trnava (Eslovaquia) o Mulhouse (Francia). Bueno señaló que fue precisamente ese esfuerzo lo que permitió que Vigo pueda volver a superar el próximo año la barrera de los 500.000 coches y que no se puede ceder terreno a las plantas low-cost, como "Portugal, Marruecos o Argelia". El patrón de Balaídos reconoció a este periódico que el grupo "presiona" sobre todo con la planta magrebí de Kénitra, que comparte con Vigo la plataforma CMP y cuyos costes salariales no son comparables.

"Es imprescindible seguir mejorando nuestra competitividad. Frente a la competencia responderemos con la máxima eficiencia", señaló. La diferencia entre la próxima negociación del convenio y las anteriores es que no hay en juego nuevos lanzamientos industriales a corto plazo y sobra trabajo con las furgonetas K9 (trabajando a cuatro turnos) y el todocamino 2008 (están previstos tres equipos, para lo se crearán 1.200 empleos): "A corto plazo, no cabe nada más", precisó Bueno respecto a la posibilidad de que Vigo pueda acoger parte de la producción de Ellesmere Port (Opel Astra) en caso de que finalmente haya un Brexit duro o de que haya otro proyecto industrial en ciernes para Balaídos.

El responsable de PSA, con mejores salarios que Balaídos, situación que calificó de "inaudita" y que tendrá "consecuencias". "Los proveedores tienen que seguirnos en esta línea, no pueden degradar sus costes. Se pondría en peligro el tejido de la industria de automoción gallega", avisó. Bueno les recordó que el grupo mantendrá la política de compras de componentes en países low-cost y que no pueden bajar la guardia si quieren seguir proveyendo a la multinacional francesa.

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