Las navieras del transporte regular a las islas Cíes y Ons navegan estos días en un mar de dudas. Faltan apenas cinco para que comience la temporada baja, la primera con el Plan Rector de Uso y Xestión (PRUX) del Parque Nacional aprobado, y por el contenido de este documento, lo único que tienen claro es que fuera del verano podrán seguir llevando a grupos organizados pero hasta sumar un máximo de 450 personas por día e isla. Sin embargo desconocen lo más importante para su negocio: cómo comercializar estos billetes. Si ofertándolos a través de sus webs u oficinas como han venido haciendo durante los meses fuera del verano, o bien con la instauración de este cupo estas plazas se administrarán con el mismo sistema de control que funciona en la época estival, la plataforma informática conocida como Central de Reservas. Ante este escenario tan poco clarificador, la mayoría han optado por frenar la venta de pasajes para viajar a ambos archipiélagos a partir del 16 de septiembre a la espera de que la Xunta les aclare el procedimiento.
La inquietud comienza a apoderarse de los responsables de estas empresas sin evitar contagiársela a quienes ilusionados acuden a sus locales a comprar un billete. "No les podemos decir mucho, solo que estamos a la espera de que la Xunta nos indique cómo se organizarán", coinciden varios de los consultados por este periódico. Algunos, más por una cuestión de imagen ante la cara descolocada de los turistas, logran tranquilizarlos anotando sus datos de contacto en una listado, "y ya les llamaremos". Aunque para entonces tal vez ya sea demasiado tarde porque habrán regresado a sus lugares de procedencia o el tiempo ya no será tan agradable como el que avanzan los últimos pronósticos.
En esta pesimista perspectiva de las navieras pesa el hecho de que sigan sin tener noticias de esa orden que la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, les anunció por correo electrónico el pasado 4 de septiembre. Entienden que esta comunicación debió producirse mucho antes, no a doce días de arrancar la temporada baja. "Pero aún es peor", añaden desde otro operador.
Así valora el hecho de que al mismo tiempo de que son informados de la intención del departamento autonómico de elaborar, textualmente, "una orden para el desarrollo de las visitas de grupos organizados en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas", en este misma comunicación electrónica se les solicite "sugerencias que puedan tener al respecto de esto siendo el plazo máximo para recibirlas el próximo lunes 9 de septiembre". Con tan poco margen tiempo no es de extrañar que la mayoría de los destinatarios agradeciese el tardío gesto pero con escasas propuestas adjuntas, como una que planteaba ampliar el grupo por guía, fijado ahora en 25 personas.
En la Xunta no parecen tener mucha prisa por definir esa orden reguladora. A preguntas desde este periódico, desde la consellería enmarcaron ayer el envío del citado correo a las navieras en una iniciativa dirigida a "recabar ideas para ver cómo se puede mejorar la organización".
Tres opciones
Por la inconcreción de lo que la dirección xeral pretende hacer y sobre todo por la lentitud que demuestra, hasta sospechan las compañías de los verdaderos motivos de la tardanza de la nueva regulación referente a los grupos organizados en temporada baja. De manera unánime las consultadas aseguran que "no hay tantas opciones". Resaltan tres: la primera, pasaría por un reparto "lo más equitativo posible" a cargo de la dirección del Parque Nacional de las 450 plazas diarias entre los 15 operadores autorizados; la eliminación del cupo que por primera vez regirá desde el 16 de septiembre hasta el 16 de mayo en cumplimiento del PRUX, "un sinsentido cuando se trata de desestacionalizar la afluencia y difícilmente en temporada baja se alcanzarán los 2.200 visitantes de verano", razonan; y por último, "la alternativa más fácil" , seguir funcionando como en verano, con la venta de billetes a través de la Central de Reservas con Código QR incluido para evitar fraudes.
Instaurado el año pasado, este sistema de control gemelo del aplicado en la Praia de As A Catedrais parece haber superado la reticencias iniciales de las navieras. Desde las principales admiten que este verano sus clientes se mostraban "bastante más habituados" al procedimiento on line de compra del billete pese a que todavía lo califican de "farragoso".
