Un empresario y el jefe de obra de una construcción en Castrelos en la que falleció un trabajador tras caerle una carga de perfiles de acero de 3.000 kilos en abril de 2016, aceptaron ayer una condena de un año y tres días de prisión cada uno como autores de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de homicidio imprudente, así como una multa de 2.160 euros el empresario y la mitad el encargado de obra. Durante el tiempo que dura la condena el empresario queda inhabilitado para la administración de empresas, y el encargado de obra en trabajos en cuestiones de seguridad.

El acuerdo alcanzado ayer en Penal 1 les aplica la atenuante muy cualificada de reparación del daño al depositar la indemnización de la familia de la víctima, que inicialmente rondaba los 400.000 euros.

La magistrada suspende el ingreso en prisión de ambos. En el caso del encargado de obra con la condición de no delinquir, mientras que el empresario -que tenía un antecedente- puede sustituir la cárcel con el pago de una multa diaria de 12 euros, lo que supone unos 5.460 euros.