La Policía Nacional ha detenido a un ladrón de 29 años y con 14 antecedentes anteriores que contrató a un cerrajero para desvalijar el piso de un antiguo compañero. El cerrajero denunció los hechos cuando desapareció tras pedirle la documentación que, aseguró, estaba dentro del piso. Los tatuajes, así como el hecho de que conocía al perro de la vivienda, permitieron su detención. Se llevó 800 euros.